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2 Corintios 2:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Si ustedes perdonan a alguien, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes. Cristo es testigo de que así es.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Si ustedes perdonan a este hombre, yo también lo perdono. Cuando yo perdono lo que necesita ser perdonado, lo hago con la autoridad de Cristo en beneficio de ustedes,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

A quien ustedes perdonen, también yo le perdono, y lo que he perdonado, si realmente tenía algo que perdonar, lo perdoné en atención a ustedes, en presencia de Cristo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y a quien algo perdonéis, yo también, porque también lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, ha sido por vosotros en presencia del Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

A quien vosotros perdonéis, también yo lo perdono; pues lo que yo he perdonado, si algo tuve que perdonar, ha sido en atención a vosotros en presencia de Cristo,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y al que vosotros perdonéis algo, yo también lo perdono; porque si algo he perdonado, a quien lo he perdonado, por vosotros lo he hecho en la persona de Cristo;

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Otras versiones



2 Corintios 2:10
7 Referencias Cruzadas  

»Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.


A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados. Y a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.


Así que, cuando se reúnan, yo estaré allí en espíritu. Entonces, con la autoridad de nuestro Señor Jesús,


Pues Dios, que ordenó: «¡Que la luz brille en la oscuridad!», hizo brillar su luz en nuestra mente para que viéramos con claridad la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.


Así que somos representantes de Cristo. Como si Dios les llamara la atención a ustedes por medio de nosotros. Por eso les rogamos, en nombre de Cristo, que se reconcilien con Dios.


También lo demostramos por nuestra buena conducta, nuestro conocimiento, nuestra paciencia y bondad. Además, el Espíritu Santo está en nosotros y nuestro amor es sincero.


Más bien, sean buenos y compasivos unos con otros. Perdónense unos a otros, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.