La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 13:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Ya que están exigiendo una prueba de que Cristo habla por medio de mí, se la voy a dar. Cristo no es débil en su trato con ustedes, sino que les muestra su poder.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Les daré todas las pruebas que quieran de que Cristo habla por medio de mí. Cristo no es débil cuando trata con ustedes; es poderoso entre ustedes.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Así podrán comprobar que Cristo habla por mí. El no se muestra débil con ustedes, sino que más bien actúa con poder.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

puesto que buscáis una evidencia del Mesías que habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

ya que andáis buscando pruebas de que es Cristo quien habla por mí. Él no se muestra débil para con vosotros, sino que ejerce en vosotros su poder.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

pues que buscáis una prueba de que Cristo habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, antes es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 13:3
14 Referencias Cruzadas  

Ustedes no tendrán que hablar, pues el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.


Pues yo mismo les daré palabras adecuadas y sabiduría para responder. Ningún enemigo podrá resistirles ni contradecirles.


En mi opinión, ella será más feliz si no se casa. Y creo que este consejo lo doy guiado por el Espíritu de Dios.


Yo, Pablo, por la ternura y la bondad de Cristo, les hago un ruego. Algunos dicen que soy tímido cuando me encuentro cara a cara con ustedes, pero muy valiente cuando estoy lejos.


Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal.


Cuando estuve entre ustedes tuve mucha paciencia y me vieron hacer cosas sorprendentes, maravillas y milagros. Todo eso demuestra que soy un apóstol.


Si ustedes perdonan a alguien, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes. Cristo es testigo de que así es.


Para él es suficiente el castigo que le puso la mayoría.


Y Dios puede hacer que reciban muchísimas cosas, de modo que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario. De esa manera tendrán para ayudar en gran manera a los demás.