Como saben, nunca hemos buscado que la gente nos alabe ni hemos usado excusas para obtener dinero. Dios es testigo.
2 Corintios 12:16 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) En todo caso, no han tenido que preocuparse por mí. Pero algunos de ustedes dicen que soy muy astuto y que les tendí una trampa para engañarlos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Pero admitiendo esto, que yo no os he sido carga, sino que como soy astuto, os prendí por engaño, Biblia Nueva Traducción Viviente Algunos de ustedes admiten que no les fui una carga, pero otros todavía piensan que fui muy astuto y que me aproveché de ustedes con engaños. Biblia Católica (Latinoamericana) Está claro que no fui una carga para ustedes, pero ¿no habrá sido para así estafarlos mejor? La Biblia Textual 3a Edicion Pero admitiendo esto, que me hice una carga para vosotros, no obstante, diréis° que, siendo astuto, os prendí con engaño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bien, dirán algunos, no fui carga para vosotros, pero, como soy astuto, os he cazado con trampa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) mas sea así: Yo no fui carga a vosotros; sino que, como soy astuto, os he tomado con engaño. |
Como saben, nunca hemos buscado que la gente nos alabe ni hemos usado excusas para obtener dinero. Dios es testigo.
Nuestro mensaje es la verdad, no es un error. No lo anunciamos con malas intenciones, ni queremos engañar a nadie.
Solo hay una diferencia en mi trato con todas las iglesias, que a ustedes nunca les pedí dinero para mis necesidades. ¡Perdónenme si los ofendo!
Hagan lugar para nosotros en su corazón. A nadie hemos herido, a nadie hemos aconsejado mal, de nadie nos hemos aprovechado.
No hacemos nada a escondidas, y por eso no sentimos vergüenza de nada. Anunciamos el mensaje de Dios sin cambiarlo en nada y a nadie engañamos. Al contrario, predicamos la verdad con claridad, y por eso la gente confía en nosotros. Dios es testigo de todo esto.
Para nosotros, es motivo de satisfacción el saber que no hemos hecho nada malo. Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la honestidad y sinceridad que vienen de Dios. Y lo hemos logrado gracias al amor inmerecido de Dios, y no gracias a nuestra sabiduría humana.
A veces nos tratan con respeto y otras veces nos ofenden. Algunos hablan bien de nosotros y otros hablan mal. Somos sinceros, pero nos dicen mentirosos.
Aguantan incluso a los que los obligan a servirles, o a los que se aprovechan de ustedes, les quitan lo que tienen, o los tratan con desprecio, o los golpean en la cara.