Y añadió: ―¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado el mandamiento de Dios para mantener sus propias costumbres!
2 Corintios 11:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Sé que alguien les ha predicado a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros. Sé que les han hablado de un espíritu y un mensaje de salvación diferente de lo que ya recibieron. Y ustedes han recibido a esas personas con gusto. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; Biblia Nueva Traducción Viviente Ustedes soportan de buena gana todo lo que cualquiera les dice, aun si les predican a un Jesús diferente del que nosotros predicamos o a un Espíritu diferente del que ustedes recibieron o un evangelio diferente del que creyeron. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora vienen a predicarles a otro Jesús, no como se lo predicamos, y les proponen un espíritu diferente del que recibieron, y un evangelio diferente del que abrazaron. ¡Y lo aceptan sin dificultad! La Biblia Textual 3a Edicion Porque en verdad si el que viene proclama a otro Jesús al cual no predicamos, o recibís otro espíritu, el cual no recibisteis, u otro evangelio, el cual no aceptasteis, bien lo soportaríais. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque si uno viene y proclama otro Jesús distinto del que hemos proclamado, o aceptáis otro Espíritu distinto del que habéis aceptado, u otro evangelio distinto del que habéis recibido, lo toleráis bien. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si alguno viene y predica otro Jesús que el que os hemos predicado, o recibís otro espíritu del que habéis recibido, u otro evangelio del que habéis aceptado, bien lo toleráis. |
Y añadió: ―¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado el mandamiento de Dios para mantener sus propias costumbres!
De hecho, en ningún otro hay salvación. No hay bajo el cielo otro nombre dado a las personas mediante el cual podamos ser salvos».
Y el Espíritu, que Dios les ha dado, no los hace otra vez esclavos del miedo. Al contrario, el Espíritu los adopta como hijos y les permite decirle a Dios: «¡Abba! ¡Padre!».
Pues nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.
Ahora bien, cuando llegué a Troas para predicar el mensaje de la buena noticia de Cristo, descubrí que el Señor me había dado una gran oportunidad.
Solo quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu de Dios por hacer las cosas que demanda la Ley o por creer y aceptar el mensaje?
Al salir para Macedonia, te encargué que te quedaras en Éfeso. Allí hay unos que dicen ser maestros dando falsas enseñanzas, y te pedí que les ordenaras que dejen de hacerlo.
Porque hay un solo Dios y solo hay uno que puede ponernos en paz con Dios, y ese es Jesucristo. Él es el hombre