―¡Ah, gente incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme acá al muchacho.
2 Corintios 11:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ¡Ojalá me aguanten unas cuantas tonterías! ¡Sí, ténganme paciencia! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 ¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme. Biblia Nueva Traducción Viviente Espero que toleren un poco más de mis «tonterías». Por favor, ténganme paciencia; Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Ojalá me aguantaran algunas tonterías! ¡Claro que las aguantan! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ojalá me soportarais° un poco° de insensatez! Pero… soportadme, Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ojalá me toleréis un poco de insensatez! Sí, tolerádmela. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Quiera Dios que toleraseis un poco mi locura! En verdad, toleradme. |
―¡Ah, gente incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme acá al muchacho.
Pablo ya iba a hablar cuando Galión les dijo: ―Si ustedes los judíos estuvieran poniendo una demanda sobre algún delito o crimen grave, sería razonable escucharlos.
―Le pido a Dios que, en poco o mucho tiempo, no solo usted, sino también todos los que me están escuchando lleguen a ser como yo, aunque sin estas cadenas.
Dios es sabio, y por eso no quiso que el mundo lo conociera mediante la sabiduría humana. En cambio, decidió salvar a los que creen, por medio de la predicación de un mensaje que parece locura.
Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes cree que lo sabe todo en este mundo, mejor piense que es un ignorante para que llegue a ser sabio de verdad.
Por seguir a Cristo, nos consideran unos tontos. A ustedes, en cambio, por seguir a Cristo, los consideran sabios. Los débiles somos nosotros; los fuertes son ustedes. A ustedes se les estima; a nosotros se nos desprecia.
¡Ustedes creen que ya tienen todo lo que desean! ¡Se creen ricos! ¡Piensan que han llegado a ser reyes sin necesidad de nosotros! ¡Ojalá fueran de veras reyes para que también nosotros reináramos con ustedes!
¡Confieso con vergüenza que hemos sido demasiado suaves con ustedes! Si alguien se atreve a sentirse orgulloso, también yo me atrevo a hacerlo, aunque sea una locura decirlo.
Sé que alguien les ha predicado a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros. Sé que les han hablado de un espíritu y un mensaje de salvación diferente de lo que ya recibieron. Y ustedes han recibido a esas personas con gusto.
Me he portado como un loco, pero ustedes me han obligado a ello. Ustedes debían hablar bien de mí, pues de ningún modo soy inferior a los tales «superapóstoles», aunque yo no soy nada.
Si estamos locos, es porque amamos a Dios; y, si estamos cuerdos, es por ayudarlos a ustedes.
Pero él mismo es débil como cualquier ser humano. Por eso puede tratar con paciencia a los ignorantes y desobedientes.