La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 1:15 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Confiando en esto, quise visitarlos primero a ustedes para que recibieran una doble bendición.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Con esta confianza quise ir primero a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia,

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Como estaba tan seguro de su comprensión y confianza, quise darles una doble bendición al visitarlos dos veces:

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Con esta seguridad quería ir primero a visitarlos, y esto habría sido para ustedes una segunda gracia.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y con esta confianza quería ir primero a vosotros, para que tuvierais una segunda gracia;

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Con esta confianza me había propuesto ir primeramente a vosotros, para que tuvierais una doble alegría:

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y con esta confianza quise ir primero a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia;

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 1:15
9 Referencias Cruzadas  

Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, decidió divorciarse de ella en secreto.


Tengo muchos deseos de verlos para darles ánimo espiritual, para que sigan firmes en lo que han creído.


Sé que, cuando los visite, iré con la abundante bendición de Cristo.


Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no hagan enojar a Dios y los castigue. En cuanto a los demás asuntos, ya les diré qué hacer cuando los visite.


Esta vez no quiero verlos solo de paso. Más bien, espero permanecer algún tiempo con ustedes, si el Señor así lo permite.


Lo cierto es que, si el Señor quiere, iré a visitarlos muy pronto. Ya veremos si esos orgullosos solo hablan palabras o si también hacen lo que dicen.


Estoy listo para visitarlos por tercera vez, y no les pediré que me ayuden con dinero. No me interesa lo que ustedes tienen, sino lo que ustedes son. Después de todo, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos. Y ustedes son como mis hijos.


Nosotros, ayudantes de Dios, les rogamos que sepan apreciar su inmerecido amor.