Pero, mientras todos dormían, llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue.
1 Tesalonicenses 5:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Por eso debemos vivir alertas y pensar con claridad, obedeciendo al Señor. Algunos viven sin preocuparse de estas cosas, parecen dormidos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que manténganse en guardia, no dormidos como los demás. Estén alerta y lúcidos. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces no durmamos como los demás, sino permanezcamos sobrios y despiertos. La Biblia Textual 3a Edicion No durmamos,° pues, como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No durmamos pues, como los demás, sino permanezcamos vigilantes y sobrios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. |
Pero, mientras todos dormían, llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue.
»Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor.
»Por tanto —agregó Jesús—, manténganse despiertos porque ustedes no saben ni el día ni la hora.
«Es tal la angustia que me invade que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo».
Dichosos los siervos a quienes su señor encuentre pendientes de su llegada. Créanme que el señor se ajustará la ropa, hará que los siervos se sienten a la mesa, y él mismo se pondrá a servirles.
Pero entiendan esto: Si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no lo dejaría forzar la entrada.
Manténganse despiertos. Oren para que puedan escapar de todo lo que está por suceder y puedan presentarse delante del Hijo del hombre».
«¿Por qué están durmiendo? —les dijo—. Levántense y oren para que no caigan en tentación».
Así que estén alerta. Recuerden que día y noche, durante tres años, no he dejado de aconsejar con lágrimas a cada uno en particular.
Corrijan su manera de pensar y dejen de pecar. Algunos de ustedes no conocen a Dios en verdad —para que sientan vergüenza lo digo—.
En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.
Todo lo podemos ver gracias a la luz. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo».
Oren en todo momento y, guiados por el Espíritu Santo, hagan sus peticiones y ruegos. Manténganse alerta y sin dejar de orar por todos los creyentes.
Que todos puedan ver la amabilidad de ustedes. El regreso del Señor está cerca.
Hermanos en la fe, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se pongan tristes como la gente que no tiene esperanza.
Él murió por nosotros para que, ya sea que vivamos o que muramos, vivamos junto con él.
A nosotros, en cambio, nos interesa, por eso vivimos alertas, como si todo el tiempo fuera de día, siempre viéndolo todo con claridad. Vivimos protegidos por la fe y el amor, como con una coraza protectora. Nuestra seguridad en la salvación nos protege como un casco protege la cabeza.
Pero la mujer se salvará siendo madre y manteniendo su fe en Cristo, y si continúa mostrando amor y santidad.
En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decentemente y con sencillez. Que no lo hagan para impresionar, con peinados exagerados, con oro, perlas y vestidos costosos.
Así mismo, las esposas de los diáconos deben ser mujeres a quienes todos respeten, que no sean chismosas, sino gente seria y dignas de toda confianza.
Así que el líder debe ser alguien a quien no se le pueda acusar de nada malo. Que sea esposo de una sola mujer, que controle sus deseos, que piense bien las cosas, respetado por todos, buen hospedador y capaz de enseñar.
Tú, por el contrario, sé inteligente en todo momento, soporta los sufrimientos y dedícate a anunciar la buena noticia de salvación. Cumple con los deberes del trabajo que Dios te dio.
Ese amor nos enseña a rechazar el pecado y a no desear la maldad de este mundo. Así podremos vivir en este mundo con dominio propio, justicia y amor a Dios.
Por eso, prepárense para actuar con inteligencia. Tengan dominio propio. Pongan su confianza completamente en la salvación que se les dará cuando regrese Jesucristo.
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, estén alerta y oren con seriedad.
Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
Recuerden lo que Cristo dijo: «¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! Dichoso el que se mantenga alerta y vestido; así no tendrá que andar desnudo ni sufrir vergüenza por su desnudez».
¡Despierta! Fortalece lo que aún no se ha muerto del todo. Pues no he visto que obedeces a mi Dios.