Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de corazón. Así encontrarán descanso para su alma,
1 Pedro 3:4 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Que la belleza de ustedes sea más bien la que nace de una actitud humilde y tranquila. Ese tipo de belleza nunca se acaba y para Dios es muy valiosa. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) sino que más bien irradie de lo íntimo del corazón la belleza que no se pierde, es decir, un espíritu suave y tranquilo. Eso sí que es muy precioso ante Dios. La Biblia Textual 3a Edicion sino el interior del corazón del ser, en lo incorruptible de un espíritu afable y apacible, el cual es muy precioso delante de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 sino que sea el interior del corazón, un inalterable espíritu suave y tranquilo. Esto es lo precioso ante Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) sino el del hombre interior, el del corazón, en incorruptible adorno de un espíritu humilde y apacible, lo cual es de grande estima delante de Dios. |
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de corazón. Así encontrarán descanso para su alma,
«Digan a la hija de Sion: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga”».
¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, y así quedará limpio también por fuera.
Él les dijo: «Ustedes se hacen los buenos ante la gente, pero Dios conoce sus corazones. Dense cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.
Cambiaron la gloria del Dios eterno por imágenes de hombres que no vivirán para siempre, imágenes de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
El verdadero judío es judío de corazón; y la verdadera circuncisión es la que realiza el Espíritu, no el mandamiento escrito. El verdadero judío es alabado por Dios, no por la gente.
Sabemos que nuestra vieja manera de ser fue crucificada con él, para que el pecado que dominaba nuestro cuerpo perdiera su poder. De este modo ya no seguimos siendo esclavos del pecado,
Yo, Pablo, por la ternura y la bondad de Cristo, les hago un ruego. Algunos dicen que soy tímido cuando me encuentro cara a cara con ustedes, pero muy valiente cuando estoy lejos.
Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nuestro cuerpo se va gastando, por dentro nuestra fuerza se va renovando día tras día.
Sean siempre humildes y amables, tengan paciencia, ayúdense unos a otros con amor.
Por lo tanto, ya que Dios los eligió para ser parte de su pueblo santo y amado, sean buenos con los demás. Muestren amor, humildad, amabilidad y paciencia.
Pues la vida que antes llevaban ya ha muerto y Dios les ha dado una nueva vida por medio de Cristo.
Traten de vivir en paz, ocupados en sus propias responsabilidades, y trabajen con sus propias manos. Así les he mandado,
A tales personas les ordenamos y aconsejamos, de parte del Señor Jesucristo, que de manera tranquila se pongan a trabajar para ganarse la vida.
Hagan esto especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad y llevemos una vida respetable y de obediencia a Dios.
Cuando tengas que corregir a tus enemigos, hazlo con humildad, con la esperanza de que Dios les permita arrepentirse y así conozcan la verdad.
Que no hablen mal de nadie, sino que busquen la paz y sean respetuosos, demostrando total humildad en su trato con todo el mundo.
Por esto, dejen atrás toda acción de maldad, pues ya hay mucha gente haciendo el mal en este mundo. Acepten con humildad el mensaje que Dios les ha dado, pues ese mensaje tiene poder para salvarlos.
Pues ustedes son nuevas personas, como si hubieran nacido de nuevo, no de padres humanos, sino que el mensaje de Dios los transformó. Este mensaje nunca muere, sino que vive y permanece para siempre.
Más bien, reconozcan en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre listos para responder a todo el que les pida una explicación de la confianza que tienen en Dios.