Les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo, y les pagaré lo que sea justo”.
1 Pedro 1:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Por eso, prepárense para actuar con inteligencia. Tengan dominio propio. Pongan su confianza completamente en la salvación que se les dará cuando regrese Jesucristo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; Biblia Nueva Traducción Viviente Así que preparen su mente para actuar y ejerciten el control propio. Pongan toda su esperanza en la salvación inmerecida que recibirán cuando Jesucristo sea revelado al mundo. Biblia Católica (Latinoamericana) Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion Por lo cual, habiendo ceñido los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y tened vuestra esperanza puesta por completo en la gracia° que os será traída en la revelación de Jesús el Mesías; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por tanto, con ánimo dispuesto y vigilante, poned toda vuestra esperanza en la gracia que os llegará cuando Jesucristo se manifieste. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por lo cual, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, esperad por completo en la gracia que se os traerá en la manifestación de Jesucristo. |
Les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar en mi viñedo, y les pagaré lo que sea justo”.
¿No se le diría más bien: “Prepárame la comida y cámbiate de ropa para atenderme mientras yo ceno; después tú podrás cenar”?
Vivan honestamente, como a la luz del día, es decir, sin nada que ocultar. No participen en orgías ni se emborrachen. No tengan relaciones sexuales prohibidas, no armen pelea ni tengan envidia.
Por eso ahora no les falta ninguna capacidad espiritual, y pueden esperar con gran anhelo que vuelva nuestro Señor Jesucristo.
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la mejor de ellas es el amor.
Manténganse firmes, usen la verdad como un cinturón, y protejan su pecho con la coraza de la justicia.
Cuando Cristo, que les ha dado vida a ustedes, vuelva otra vez, ustedes le acompañarán y compartirán su gloria.
Y a ustedes que sufren, les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto sucederá cuando el Señor Jesús regrese, cuando aparezca en el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles.
Tú, por el contrario, sé inteligente en todo momento, soporta los sufrimientos y dedícate a anunciar la buena noticia de salvación. Cumple con los deberes del trabajo que Dios te dio.
Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me dará en aquel día. Me la dará a mí y a todo el que con amor haya esperado su venida.
Así que no pierdan la confianza, porque esta será grandemente recompensada.
Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.
Confiamos en esa promesa como si fuera la firme y segura ancla de un barco. Así como el ancla mantiene al barco en un solo lugar, nosotros no abandonaremos nuestra fe. Es una fe que penetra hasta detrás de la cortina del lugar más santo del templo.
De igual manera, Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos. Después aparecerá por segunda vez. Pero ya no vendrá para morir por el pecado de alguno, sino para traer salvación a quienes esperan su regreso.
Los profetas, que anunciaron la salvación reservada para ustedes, la estudiaron cuidadosamente.
Más bien, reconozcan en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre listos para responder a todo el que les pida una explicación de la confianza que tienen en Dios.
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, estén alerta y oren con seriedad.
Les he escrito esta breve carta con la ayuda de Silvano, a quien considero un hermano en la fe en quien puedo confiar. Lo he hecho para animarlos y confirmarles que Dios los ama en verdad, aunque no lo merezcan. Nunca duden de su amor.
Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
Todo el que confía en que Cristo así lo hará deja de vivir pecando, porque Cristo no tiene pecado.