La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Juan 5:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Sabemos que el que es hijo de Dios no vive pecando, pues Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el diablo no llega a tocarlo.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede tocarlos.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, pues lo protege lo que en él ha nacido de Dios, y el Maligno no puede tocarlo.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Sabemos que todo el que es nacido de Dios no peca, pues el que fue engendrado por Dios° lo guarda, y el maligno no lo agarra.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sabemos que quien ha nacido de Dios no peca; sino que Aquel que ha nacido de Dios lo guarda y el Maligno no lo toca.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca, porque el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Juan 5:18
35 Referencias Cruzadas  

Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y, cuando digan “no”, que sea no. Cualquier cosa de más proviene del maligno.


Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”.


Estos no nacen de padres humanos. No son producto del deseo ni de la voluntad humana. Nacen de Dios.


Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí.


Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid. Así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.


Si permanecen en mí y mis enseñanzas permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.


»Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.


Cuando él llegó y vio las evidencias de la bondad de Dios, se alegró. Entonces animó a todos a seguir firmes en la obediencia al Señor.


Por su propia voluntad nos dio una nueva vida, por medio del mensaje de la verdad. Lo hizo para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación.


La religión pura y sin defecto delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades. Y, además, no dejarse dominar por la maldad del mundo.


Pues ustedes son nuevas personas, como si hubieran nacido de nuevo, no de padres humanos, sino que el mensaje de Dios los transformó. Este mensaje nunca muere, sino que vive y permanece para siempre.


Ustedes reconocen que Jesucristo es justo. Entonces, también reconozcan que todo el que vive haciendo el bien es un hijo de Dios.


No seamos como Caín que pertenecía al diablo y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo hizo? Porque todo lo que hacía era malo y, en cambio, lo que hacía su hermano era bueno.


Todo el que confía en que Cristo así lo hará deja de vivir pecando, porque Cristo no tiene pecado.


Ningún hijo de Dios puede seguir pecando, porque la vida de Dios permanece en él. Así que un hijo de Dios no puede seguir pecando.


Nosotros pertenecemos a Dios, y todo el que conoce a Dios nos escucha. Pero el que no conoce a Dios no nos escucha. Así sabemos quién habla con el espíritu de la verdad y quién con el espíritu del engaño.


Todo el que cree que Jesús es el Cristo es un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre también ama a sus hijos.


Sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones. Por eso, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.


Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el control del diablo.


Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.


Queridos hijos en la fe, apártense de los dioses falsos.


porque todo el que es hijo de Dios vence la maldad del mundo. Todo el que confía en Cristo tiene la victoria sobre el pecado de este mundo.


Dios tiene el poder para protegerlos. Él los cuidará para que no hagan lo malo. Así los presentará ante su gloriosa presencia sin pecado y con gran alegría.


Sé que vives allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues confiando en mí. No has abandonado tu fe en mí. Ni siquiera lo hiciste cuando mataron a Antípas, quien fielmente hablaba de mí. A él lo mataron en esa ciudad donde vive Satanás.