La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Juan 4:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así demostró Dios su amor por nosotros: en que envió a su Hijo único al mundo para que por medio de él tengamos vida eterna.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

En esto fue manifestado el amor de Dios en° nosotros: En que Dios envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por medio de Él.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios envió al mundo a su Hijo, al Unigénito, para que vivamos por él.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Juan 4:9
27 Referencias Cruzadas  

»Le quedaba todavía uno, su hijo amado. Por último, lo mandó a él, pensando: “¡A mi hijo sí lo respetarán!”.


«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a anunciar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos. Me ha enviado a poner en libertad a los oprimidos,


El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.


―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.


»Pues tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.


El que cree en él no es condenado. Pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo único de Dios.


Así lo hizo para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.


―Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.


Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.


Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí.


El que me envió está conmigo. No me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.


―Si Dios fuera su Padre —les contestó Jesús—, ustedes me amarían, porque yo he venido de Dios y aquí me tienen. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me envió.


―No está ciego debido a sus pecados ni a los de sus padres —respondió Jesús—. Esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.


Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. Entonces, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?


Porque, Dios jamás le ha dicho a un ángel lo siguiente: «Tú eres mi Hijo; hoy mismo me he convertido en tu Padre». Y, en otro lugar de las Escrituras, dice: «Yo seré su Padre, y él será mi Hijo».


Nosotros sabemos lo que es el amor porque Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos en la fe.


En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros. Por eso envió a su Hijo. Lo envió para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.


Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor y, por eso, el que ama a los demás está perfectamente unido a Dios.


Y lo que Dios ha dicho es esto: que él nos ha dado vida eterna, y esa vida es para los que creen en su Hijo.


Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el Hijo de Dios. Lo hago para que sepan que tienen vida eterna.