Sabemos que el que es hijo de Dios no vive pecando, pues Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el diablo no llega a tocarlo.
1 Juan 3:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Ningún hijo de Dios puede seguir pecando, porque la vida de Dios permanece en él. Así que un hijo de Dios no puede seguir pecando. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) El que ha nacido de Dios no peca, porque permanece en él la semilla de Dios. Y ni siquiera puede pecar, porque ha nacido de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Todo el que es° nacido de Dios no practica° el pecado, porque la simiente° de Dios permanece en él, y no puede pecar, pues es nacido de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien ha nacido de Dios no peca, porque su germen permanece en él y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todo aquel que es nacido de Dios, no peca, porque su simiente permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. |
Sabemos que el que es hijo de Dios no vive pecando, pues Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el diablo no llega a tocarlo.
Pues ustedes son nuevas personas, como si hubieran nacido de nuevo, no de padres humanos, sino que el mensaje de Dios los transformó. Este mensaje nunca muere, sino que vive y permanece para siempre.
Estos no nacen de padres humanos. No son producto del deseo ni de la voluntad humana. Nacen de Dios.
Ustedes reconocen que Jesucristo es justo. Entonces, también reconozcan que todo el que vive haciendo el bien es un hijo de Dios.
Todo el que cree que Jesús es el Cristo es un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre también ama a sus hijos.
porque todo el que es hijo de Dios vence la maldad del mundo. Todo el que confía en Cristo tiene la victoria sobre el pecado de este mundo.
―Te aseguro que quien no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
Porque esos malos deseos van en contra del Espíritu, y el Espíritu va en contra de los malos deseos. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.
Queridos hermanos en la fe, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.
Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno.
¡De ninguna manera! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, es como si estuviéramos muertos. Así que, ¿cómo podemos seguir viviendo en pecado?
Tenemos confianza en que tendremos vida eterna, pues Dios, que no miente, así lo había prometido antes de la creación del mundo.
Todo el que es amigo de Jesucristo no sigue pecando. Todo el que vive pecando no lo ha visto ni lo ha conocido.
Querido Gayo, hermano en la fe, no sigas el ejemplo de los que hacen lo malo, sino el ejemplo de los que hacen lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.