El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los que pertenecen al reino. La mala hierba son los que pertenecen al maligno,
1 Juan 3:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo. Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes no pertenece a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) En esto se reconocen los hijos de Dios y los del Diablo: el que no sigue el camino de rectitud no es de Dios, y tampoco el que no ama a su hermano. La Biblia Textual 3a Edicion En esto son reconocidos los hijos de Dios y los hijos del diablo: Todo aquel que no practica° la justicia no es de Dios, tampoco aquel que no ama a su hermano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En esto se dan a conocer los hijos de Dios y los hijos del diablo: quien no hace justicia, no es de Dios, y tampoco lo es quien no ama a su hermano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo el que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. |
El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los que pertenecen al reino. La mala hierba son los que pertenecen al maligno,
Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.
Pero a los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
Pero no solo moriría por esa nación, sino que también reuniría a todos los hijos de Dios dispersos en el mundo.
Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino. Nunca dice la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!
El que es de Dios escucha lo que Dios dice. Pero ustedes no escuchan, porque no son de Dios.
«¡Hijo del diablo y enemigo de toda justicia! Estás lleno de todo tipo de engaño y de fraude. ¿Nunca dejarás de estorbar la voluntad del Señor?
No tengan deudas pendientes con nadie. Solo deben tener una deuda, la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la Ley.
Ustedes son hijos de Dios y él los ama. Por tanto, traten de ser como Dios es.
Por encima de todo, tengan amor los unos por los otros, porque el amor los mantendrá perfectamente unidos.
Debes hacer esto para que todos amen con un corazón sincero. Que su amor sea el resultado de una conciencia tranquila y de una fe honesta.
Ustedes reconocen que Jesucristo es justo. Entonces, también reconozcan que todo el que vive haciendo el bien es un hijo de Dios.
¡Miren cuánto amor nos tiene el Padre! Por eso somos llamados hijos de Dios. ¡Y de verdad lo somos! Pero los pecadores de este mundo no nos conocen, porque no conocen al Padre.
Queridos hermanos en la fe, ya somos hijos de Dios. Sin embargo, todavía no se nos ha mostrado todo lo que llegaremos a ser. Lo que sí sabemos es que cuando Cristo venga seremos como él es, porque lo veremos tal como él es.
Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Nosotros pertenecemos a Dios, y todo el que conoce a Dios nos escucha. Pero el que no conoce a Dios no nos escucha. Así sabemos quién habla con el espíritu de la verdad y quién con el espíritu del engaño.
Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el control del diablo.
Esta es la prueba de que amamos a los hijos de Dios: que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
Querido Gayo, hermano en la fe, no sigas el ejemplo de los que hacen lo malo, sino el ejemplo de los que hacen lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.