La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Corintios 6:12 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Algunos dicen: «Todo me está permitido», pero no todo lo que hacemos es bueno para nosotros. Es cierto, «todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Todo me está permitido, pero no todo me conviene. Todo me está permitido, pero no me haré esclavo de nada.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen;° todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna de ellas.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

'Todo me es permitido'; pero no todo es conveniente. 'Todo me es permitido'; pero yo no me dejaré dominar por nada.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Corintios 6:12
12 Referencias Cruzadas  

Por eso los judíos le dijeron al que había sido sanado: ―Hoy es sábado; no te está permitido cargar tu camilla.


Sabemos, en efecto, que la Ley es espiritual, es decir, viene de Dios. Pero yo soy solamente un ser humano, y soy esclavo del pecado.


Por lo tanto, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada y que hay un solo Dios.


Si otros tienen derecho a recibir lo necesario para vivir, ¿no lo tendremos aún más nosotros? Sin embargo, no exigimos este derecho, sino que lo soportamos todo con tal de no poner obstáculos al mensaje de la buena noticia de Cristo.


Por eso disciplino mi cuerpo y lo entreno. Pues, si he predicado a otros la buena noticia, no quiero al final ser descalificado por Dios.


Y, aunque teníamos derecho a esa ayuda, no la pedimos, para darles buen ejemplo.


Estos malvados de quienes hablo son un peligro oculto: sin ningún respeto a Dios convierten en fiestas del mundo las comidas de amor fraternal que ustedes celebran en la iglesia. Buscan solo su propio provecho. Son como nubes sin agua que arrastra el viento. Son como árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; árboles que están tan muertos que son arrancados de raíz.