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1 Corintios 5:5 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

entreguen a este hombre a Satanás para que su cuerpo sea destruido. De esta manera su espíritu se salvará en el día que el Señor regrese.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces deben expulsar a ese hombre y entregárselo a Satanás, para que su naturaleza pecaminosa sea destruida y él mismo sea salvo el día que el Señor vuelva.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

entreguen ese hombre a Satanás; que vengan sobre él desgracias, pero que se salve el espíritu en el día del juicio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

el tal sea entregado a Satanás para ruina de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

que ese hombre sea entregado a Satanás, para que se destruya lo puramente humano y se salve el espíritu el día del Señor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

el tal sea entregado a Satanás para la destrucción de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

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Otras versiones



1 Corintios 5:5
23 Referencias Cruzadas  

―¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.


»Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido sacudirlos a ustedes como si fueran trigo.


para que les hables. Así abrirán los ojos y verán lo malo que hacen. Será como si pasaran de la oscuridad a la luz y del poder de Satanás al poder de Dios. De ese modo, al creer en mí, recibirán el perdón de los pecados y serán parte del pueblo de Dios”.


Él hará que sigan creyendo hasta el final. Así no serán acusados de nada malo en el día que nuestro Señor Jesucristo vuelva.


Pero, si el Señor nos disciplina, lo hace para que no seamos castigados con el mundo.


Dios juzgará a los que no son de la iglesia. Pero, si se trata de gente de la iglesia, las Escrituras dicen: «Expulsen al malvado de entre ustedes».


Estamos dispuestos a castigar cualquier acto de desobediencia. Y lo haremos hasta contar con la completa obediencia de ustedes.


Para evitar que me volviera orgulloso por estas revelaciones extraordinarias, llevo en mi cuerpo un sufrimiento. Es como una espina que me fue clavada en el cuerpo. Es algo que Satanás usa para hacerme sufrir.


Por eso les escribo todo esto en mi ausencia, para que cuando vaya no tenga que ser estricto en el uso de mi autoridad. El Señor me ha dado esa autoridad para fortalecer su fe, no para destruirla.


Estoy convencido de esto: lo que Dios comenzó a hacer en sus vidas es muy bueno, y seguirá haciéndolo hasta completarlo el día en que Cristo Jesús vuelva.


Mira por ejemplo a Himeneo y Alejandro. Ellos ofendieron a Dios, así que los he entregado a Satanás, para que aprendan la lección.


Le pido al Señor que lo trate con bondad en el día del juicio final. Tú conoces muy bien las muchas veces que me ayudó en Éfeso.


y esperando ansiosamente que llegue el día en que Dios juzgue el mundo. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y todo lo que existe se derretirá con el calor de las llamas.


Quizá haya algún hermano en la fe que esté cometiendo un pecado que no lleva a la muerte. Si alguno se da cuenta de esto, debe orar por aquel hermano, y Dios le dará vida. Me refiero a quien comete pecado que no lleva a la muerte. Hay pecado que sí lleva a la muerte, y en ese caso no digo que se ore por él.