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1 Corintios 4:19 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Lo cierto es que, si el Señor quiere, iré a visitarlos muy pronto. Ya veremos si esos orgullosos solo hablan palabras o si también hacen lo que dicen.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero iré —y pronto— si el Señor me lo permite, y entonces comprobaré si esos arrogantes solo dan discursos pretenciosos o de verdad tienen el poder de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero iré pronto, si el Señor quiere, y veré no lo que dicen esos orgullosos, sino de qué son capaces.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero iré pronto a vosotros, cuando el Señor quiera; y conoceré, no las palabras sino el poder de los que se han envanecido,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero iré muy pronto, si el Señor quiere, y conoceré, no la palabraría, sino el poder de esos orgullosos;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere; y conoceré, no las palabras de los que andan envanecidos, sino el poder.

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Otras versiones



1 Corintios 4:19
18 Referencias Cruzadas  

pero al despedirse les prometió: «Ya volveré, si Dios quiere». Y se fue de Éfeso en un barco.


Después de todo lo ocurrido, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén. De camino, pasó por Macedonia y Acaya. Y decía a todos: «Después de estar en Jerusalén, tengo que visitar Roma».


Recorrió aquellas regiones, alentando a los creyentes en muchas ocasiones. Después, por fin, llegó a Grecia


De este modo, por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré descansar entre ustedes por algún tiempo.


Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no hagan enojar a Dios y los castigue. En cuanto a los demás asuntos, ya les diré qué hacer cuando los visite.


Yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero mucho más que comunicaran mensajes de parte de Dios. Comunicar esos mensajes es mejor que hablar en lenguas desconocidas, a menos que alguien traduzca, para que la iglesia siga firme en su fe.


Después de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos.


Esta vez no quiero verlos solo de paso. Más bien, espero permanecer algún tiempo con ustedes, si el Señor así lo permite.


En cambio, a los que ya entienden mejor lo que han creído, les hablo con sabiduría. Pero no se trata de la sabiduría de este mundo ni la de sus gobernantes, los cuales serán olvidados.


Ahora bien, algunos de ustedes se han vuelto muy orgullosos, pues piensan que no iré a verlos.


Hermanos en la fe, he hablado de Apolos y de mí mismo para que ustedes me entiendan mejor. Si siguen nuestro ejemplo, aprenderán aquello de «no ir más allá de lo que dicen las Escrituras». Así ninguno de ustedes podrá sentirse orgulloso afirmando que uno es mejor que el otro.


Todavía no he ido a Corinto porque no quiero ser tan duro con ustedes. Pongo a Dios por testigo de que así es. Que Dios me quite la vida si miento.


No quiero dar la impresión de que trato de asustarlos con mis cartas.


Así avanzaremos hacia la madurez si Dios lo permite.


Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».