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1 Corintios 4:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Hasta el momento pasamos hambre, tenemos sed, nos falta ropa, se nos maltrata, no tenemos una casa propia.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Incluso ahora mismo pasamos hambre y tenemos sed y nos falta ropa para abrigarnos. A menudo somos golpeados y no tenemos casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Hasta el presente pasamos hambre, sed, frío; somos abofeteados, y nos mandan a otra parte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Hasta este mismo momento padecemos hambre y tenemos sed, vestimos harapos, y somos golpeados, y deambulamos de sitio en sitio;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Hasta el momento presente pasamos hambre y sed y desnudez, recibimos bofetadas y andamos errantes sin hogar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Hasta esta hora padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados, y no tenemos morada fija.

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Otras versiones



1 Corintios 4:11
13 Referencias Cruzadas  

―Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—. Pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.


En eso llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la gente. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto.


Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel. Le ordenaron al carcelero que los vigilara muy bien.


Ante esto, el sumo sacerdote Ananías ordenó a los que estaban cerca de Pablo que lo golpearan en la boca.


¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿El sufrimiento o la angustia, la persecución, el hambre, la pobreza, el peligro o la violencia?


¿Acaso no tenemos derecho a comer y a beber?


Aguantan incluso a los que los obligan a servirles, o a los que se aprovechan de ustedes, les quitan lo que tienen, o los tratan con desprecio, o los golpean en la cara.


Pasamos dificultades, pero no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma.


Sé lo que es vivir en la pobreza y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a sentirme lleno como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez.


Conoces bien cómo me han perseguido y hecho sufrir mis enemigos. Estás enterado de lo que sufrí en Antioquía, Iconio y Listra, y de los maltratos que soporté. Pero de todo eso me protegió el Señor.