El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
1 Corintios 3:18 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes cree que lo sabe todo en este mundo, mejor piense que es un ignorante para que llegue a ser sabio de verdad. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Biblia Nueva Traducción Viviente Dejen de engañarse a sí mismos. Si piensan que son sabios de acuerdo con los criterios de este mundo, necesitan volverse necios para ser verdaderamente sabios. Biblia Católica (Latinoamericana) Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio. La Biblia Textual 3a Edicion Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno entre vosotros piensa ser sabio en el tiempo presente, hágase necio para llegar a ser sabio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que nadie se llame a engaño. Si alguno entre vosotros se tiene por sabio según este mundo, que se haga necio para hacerse sabio; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. |
El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos.
Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él».
Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él».
―Tengan cuidado; no se dejen engañar —les dijo Jesús—. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y dirán: “El tiempo está cerca”. No los sigan ustedes.
Hermanos en la fe, quiero que entiendan este misterio, para que no se vuelvan orgullosos. Una parte del pueblo de Israel no quiere creer, y así seguirá hasta que todos los no judíos que crean pasen a formar parte del pueblo de Dios.
Vivan en armonía los unos con los otros. No sean orgullosos, sino amigos de los humildes. No se crean los únicos que saben.
No se dejen engañar, pues como dice el refrán: «Las malas compañías echan a perder las buenas costumbres».
Si alguien destruye el templo de Dios, esa persona será destruida por Dios. Pues el templo de Dios es santo, y ustedes son ese templo.
Por seguir a Cristo, nos consideran unos tontos. A ustedes, en cambio, por seguir a Cristo, los consideran sabios. Los débiles somos nosotros; los fuertes son ustedes. A ustedes se les estima; a nosotros se nos desprecia.
¿No saben que los malvados no formarán parte del reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Los que tienen relaciones sexuales prohibidas, los que adoran dioses falsos, los adúlteros y los afeminados no formarán parte del reino de Dios. Tampoco lo harán los que tienen relaciones sexuales con otros hombres,
Si alguien cree ser importante, cuando en realidad no lo es, se engaña a sí mismo.
Que nadie los engañe con discursos tontos, porque por esas cosas castiga Dios a los que desobedecen.
Sin embargo, esos malvados y mentirosos irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
En otro tiempo también nosotros éramos tontos y desobedientes. Fuimos engañados y nos hicimos esclavos de toda clase de malos deseos y placeres. Vivíamos haciendo el mal y llenos de envidia. Éramos gente odiosa y nos odiábamos unos a otros.
No se contenten solo con escuchar el mensaje, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenlo a la práctica.
Si alguien se cree religioso, pero no se cuida de lo que dice, se engaña a sí mismo. En este caso, su religión no sirve para nada.
Si afirmamos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad.