―Ciertamente beberán de mi copa —les dijo Jesús—, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí decidirlo. Eso ya lo ha decidido mi Padre.
1 Corintios 2:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Sin embargo, como dicen las Escrituras: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha imaginado lo que Dios ha preparado para quienes lo aman». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Biblia Nueva Traducción Viviente A eso se refieren las Escrituras cuando dicen: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman». Biblia Católica (Latinoamericana) Recuerden la Escritura: Ni ojo vio, ni oído oyó, ni por mente humana han pasado las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman. La Biblia Textual 3a Edicion Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre,° Son las que Dios preparó para los que lo aman,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues, según está escrito: Lo que el ojo no vio ni el oído oyó, ni el corazón humano imaginó, eso preparó Dios para los que le aman. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Antes, como está escrito: Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. |
―Ciertamente beberán de mi copa —les dijo Jesús—, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí decidirlo. Eso ya lo ha decidido mi Padre.
»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
»Pues tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Ahora bien, sabemos que Dios prepara todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los cuales Dios ha llamado de acuerdo con su propósito.
Más bien, deseaban una patria mejor, es decir, la del cielo. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad.
Dichoso el que no deja de creer en medio de las dificultades. Porque, al salir victorioso, recibirá la corona de la vida. Este es el premio que Dios ha prometido a quienes lo aman.
Escuchen, mis queridos hermanos en la fe: Recuerden que Dios ha elegido a los pobres de este mundo, para hacerlos ricos en fe y herederos del reino que prometió a los que lo aman.
A esos profetas se les hizo saber que anunciaban algo que no era para ellos, sino para ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron la buena noticia. Hablaban por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Estas son cosas que aun los mismos ángeles quisieran poder ver.