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1 Corintios 15:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Creo que soy el más insignificante de los apóstoles. Y ni siquiera merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues soy el más insignificante de todos los apóstoles. De hecho, ni siquiera soy digno de ser llamado apóstol después de haber perseguido a la iglesia de Dios, como lo hice.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Porque yo soy el último de los apóstoles y ni siquiera merezco ser llamado apóstol, pues perseguí a la Iglesia de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

que soy el más insignificante de los apóstoles, y no soy digno° de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

pues yo soy el menor de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la iglesia de Dios.

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Otras versiones



1 Corintios 15:9
12 Referencias Cruzadas  

Saulo, por su parte, causaba problemas a la iglesia. Iba de casa en casa, arrastraba fuera a hombres y mujeres, y los metía en la cárcel.


Así que no hagan algo que pueda hacer que alguien se aleje de Dios. Respeten a judíos y a no judíos; respeten a todos los de la iglesia de Dios.


Pero considero que en nada soy inferior a esos que se creen «superapóstoles».


Me he portado como un loco, pero ustedes me han obligado a ello. Ustedes debían hablar bien de mí, pues de ningún modo soy inferior a los tales «superapóstoles», aunque yo no soy nada.


Ustedes ya saben cómo era yo cuando pertenecía a la religión judía. Yo perseguía con furia a la iglesia de Dios, tratando de destruirla.


Solo habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora predica la fe que quería destruir».


Si de entusiasmo hablamos, fui perseguidor de la iglesia. Al cumplir la justicia que la Ley exige, lo hice de manera perfecta.