Doy gracias a Dios, porque por medio de Cristo siempre nos da la victoria. Él hace que nuestro mensaje se vaya conociendo por todas partes como si fuera un aroma agradable.
1 Corintios 15:57 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero demos gracias a Dios que nos da la victoria por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de Jesús el Mesías, Señor nuestro! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ¡gracias a Dios que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. |
Doy gracias a Dios, porque por medio de Cristo siempre nos da la victoria. Él hace que nuestro mensaje se vaya conociendo por todas partes como si fuera un aroma agradable.
Sin embargo, en todas estas dificultades somos más que vencedores, pues Cristo nos amó y nos da la victoria.
Ellos lo han vencido con la sangre del Cordero y con el mensaje que anunciaron. Nunca tuvieron miedo de morir, pues estaban dispuestos a dar su vida.
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
¡Gracias doy a Dios, porque él me ha liberado por medio de Jesucristo nuestro Señor! En conclusión, yo sé que debo obedecer la Ley de Dios, pero soy un débil pecador que vive obedeciendo la ley del pecado.
Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros. Así muchos darán gracias a Dios por las bendiciones que él nos dará en respuesta a tantas oraciones.
Fíjense bien, les voy a contar algo que Dios tenía en secreto: No todos moriremos, pero todos seremos transformados.
Dicho esto, tomó pan y dio gracias a Dios delante de todos. Luego lo partió y comenzó a comer.
Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, Cristo también compartió esa naturaleza humana. Lo hizo para eliminar, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—.
Él les secará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto ni lamento ni dolor. Porque las primeras cosas han dejado de existir».