Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».
1 Corintios 13:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El amor jamás se acabará. En cambio, el don de comunicar mensajes de Dios se terminará. El don de hablar en lenguas desconocidas y el de conocer los misterios de Dios desaparecerán. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Biblia Nueva Traducción Viviente La profecía, el hablar en idiomas desconocidos, y el conocimiento especial se volverán inútiles. ¡Pero el amor durará para siempre! Biblia Católica (Latinoamericana) El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. La Biblia Textual 3a Edicion El amor nunca deja de ser. Porque las profecías serán abolidas, las lenguas cesarán, el conocimiento° se acabará; Biblia Serafín de Ausejo 1975 El amor nunca pasa. Si se trata del don de profecías, éstas se acabarán; si de lenguas, cesarán; si de conocimiento, se acabará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. |
Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».
En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros. Entre ellos estaban Bernabé y Simeón, apodado el Negro. También estaban Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con el gobernador Herodes, y Saulo.
Cuando Pablo les puso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les indicaba que hablaran.
A otros les da poder para hacer milagros; a otros, capacidad para comunicar mensajes de Dios. A otros, les da la capacidad para distinguir un espíritu malo de uno bueno. A otros, les da el don de hablar en diferentes lenguas; y a otros, la capacidad de entender lo que se dice en esas lenguas.
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la mejor de ellas es el amor.
Así que, hermanos en la fe, deseen el don de comunicar mensajes de parte de Dios y no prohíban que se hable en lenguas extrañas.
Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.
Al llamar «nuevo» a ese pacto, ha declarado anticuado al anterior; y lo que se vuelve viejo y anticuado está a punto de desaparecer.