La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Corintios 11:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no hagan enojar a Dios y los castigue. En cuanto a los demás asuntos, ya les diré qué hacer cuando los visite.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Si de veras tienen hambre, que cada uno coma en su casa, a fin de no traer juicio sobre ustedes mismos cuando se reúnan. Les daré instrucciones sobre los demás asuntos después de mi llegada.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

y si alguien tiene hambre, que coma en su casa. Pero no se reúnan para ponerse en mala situación. Lo demás ya lo dispondré cuando vaya.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Si alguno tiene hambre, coma en casa, para que no os reunáis para juicio. Lo demás, lo dispondré° cuando vaya.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

El que tenga hambre, que coma en su casa, para que así vuestra reunión no sea para condena. Lo demás ya lo dispondré cuando vaya.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa; para que no os reunáis para condenación. Y las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Corintios 11:34
9 Referencias Cruzadas  

Así que, hermanos en la fe, cuando se reúnan para comer, espérense hasta que todos hayan llegado.


En cuanto al dinero que se recolecta para ayudar a los creyentes, sigan las instrucciones que di a las iglesias de Galacia.


El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte y guarde algún dinero según lo que haya ganado. Así no tendrán que hacer recolectas cuando yo vaya.


Después de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos.


Con este propósito les envié a Timoteo, a quien amo como a un hijo. Él es fiel al Señor y les recordará que me comporto como un verdadero seguidor de Cristo Jesús. Así lo enseño por todas partes y en todas las iglesias.


Lo cierto es que, si el Señor quiere, iré a visitarlos muy pronto. Ya veremos si esos orgullosos solo hablan palabras o si también hacen lo que dicen.


En cualquier caso, cada uno debe seguir viviendo en la misma condición que el Señor le asignó. Quédense así como estaban cuando Dios los llamó a ser parte de su iglesia. Esta es la regla que doy a todas las iglesias.


Te dejé en Creta para que pusieras en orden lo que quedaba por hacer y en cada pueblo nombraras líderes de la iglesia, de acuerdo con las instrucciones que te di.