La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




1 Corintios 11:21 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pues cada uno se adelanta a comer su propia cena, de manera que unos se quedan con hambre mientras otros se emborrachan.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues algunos se apresuran a comer su propia comida y no la comparten con los demás. Como resultado, algunos se quedan con hambre mientras que otros se emborrachan.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

pues cada uno empieza sin más a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se embriaga.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena, y uno tiene hambre, y otro está embriagado.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

pues cada cual se adelanta a comer su propia cena y hay quien pasa hambre y hay quien se embriaga.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pues al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro está embriagado.

Ver Capítulo
Otras versiones



1 Corintios 11:21
7 Referencias Cruzadas  

y le dijo: ―Todos sirven primero el mejor vino. Y, cuando los invitados ya han bebido mucho, sirven el más barato. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.


De hecho, cuando se reúnen, ya no es para comer la Cena del Señor.


Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no hagan enojar a Dios y los castigue. En cuanto a los demás asuntos, ya les diré qué hacer cuando los visite.


y recibirán el justo castigo por sus injusticias. Ellos creen que el placer consiste en entregarse a los malos deseos sin ningún control y a plena luz del día. Se comportan de manera vergonzosa y escandalosa cuando gozan de sus placeres en medio de sus fiestas de la iglesia.


Estos malvados de quienes hablo son un peligro oculto: sin ningún respeto a Dios convierten en fiestas del mundo las comidas de amor fraternal que ustedes celebran en la iglesia. Buscan solo su propio provecho. Son como nubes sin agua que arrastra el viento. Son como árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; árboles que están tan muertos que son arrancados de raíz.