La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Rut 3:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces Noemí dijo: —Espérate, hija mía, a ver qué sucede, porque este hombre no va a descansar hasta dejar resuelto este asunto hoy mismo.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Noemí le dijo: —Ten paciencia, hija mía, hasta que sepamos lo que pasa. El hombre no descansará hasta dejar resuelto el asunto hoy mismo.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Noemí replicó: 'Quédate tranquila hasta que veas en qué termina esto, pues estoy segura de que él agotará todos los medios para llevarlo a buen fin hoy mismo.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y ésta dijo: Descansa, hija mía, hasta que sepas como termina este asunto, porque el hombre no descansará hasta que concluya hoy mismo el asunto.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Noemí le dijo: 'Estáte tranquila, hija mía, hasta saber en qué termina el asunto; porque ese hombre no descansará hasta darle cumplimiento hoy mismo'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Noemí dijo: Reposa, hija mía, hasta que sepas cómo termina esto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.

Ver Capítulo
Otras versiones



Rut 3:18
5 Referencias Cruzadas  

Por eso dice el Señor y Dios: «Miren, yo pongo en Sión una piedra probada, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que crea no se tambaleará.


La ayuda de Egipto no sirve para nada; por eso la llamo: «Rahab, la inútil».


y añadió: —Me dio estas seis medidas de cebada y me dijo: “No debes volver a tu suegra con las manos vacías”.


Booz, por su parte, subió hasta la puerta de la ciudad y se sentó allí. En eso pasó el pariente, que él había mencionado, responsable de redimirlas. —Ven acá, amigo mío, y siéntate —dijo Booz. El hombre fue y se sentó.