Pero si una viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a poner en práctica su religión, cumpliendo sus obligaciones con su propia familia y correspondan así a sus padres y abuelos, porque eso agrada a Dios.
Rut 2:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 La cargó de vuelta al pueblo y su suegra vio cuánto traía. Además, Rut entregó a su suegra lo que le había quedado después de haber comido hasta quedar satisfecha. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego la cargó de vuelta al pueblo y la mostró a su suegra. También le dio el grano tostado que le había sobrado de su comida. Biblia Católica (Latinoamericana) Regresó a la ciudad con la cebada a cuestas y, cuando llegó a su casa, mostró a su suegra lo que había recogido y le entregó lo que había guardado para ella del almuerzo. La Biblia Textual 3a Edicion Se lo cargó y marchó a la ciudad, y su suegra vio lo que había espigado. También sacó de lo que le había sobrado de la comida después de haberse saciado, y se lo dio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cargó con ello, se fue a la ciudad y mostró a su suegra lo que había espigado. Luego sacó lo que le había sobrado después de saciarse y se lo dio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había recogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de quedar saciada, y se lo dio. |
Pero si una viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a poner en práctica su religión, cumpliendo sus obligaciones con su propia familia y correspondan así a sus padres y abuelos, porque eso agrada a Dios.
A la hora de comer, Booz le dijo: —Ven acá. Sírvete pan y moja tu bocado en el vinagre. Cuando Rut se sentó con los segadores, Booz le ofreció grano tostado. Ella comió, quedó satisfecha y hasta le sobró.
Así que Rut recogió espigas en el campo hasta el atardecer. Luego desgranó la cebada que había recogido, la cual pesó casi un efa.