y el rey se enteró de su llegada. Entonces Natán se presentó ante el rey, se postró con su rostro en tierra
Proverbios 9:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 No reprendas al insolente, no sea que acabe por odiarte; reprende al sabio y te amará. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, no te molestes en corregir a los burlones; solo ganarás su odio. En cambio, corrige a los sabios y te amarán. Biblia Católica (Latinoamericana) No reprendas al burlón, te ganarías un enemigo más; corrige al sabio, y te amará. La Biblia Textual 3a Edicion No reprendas al escarnecedor, no sea que te aborrezca, Corrige al sabio, y te amará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No corrijas al insolente, que te odiará; corrige al sabio, y te estimará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca: Corrige al sabio, y te amará. |
y el rey se enteró de su llegada. Entonces Natán se presentó ante el rey, se postró con su rostro en tierra
David ordenó: —Llamen al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, hijo de Joyadá. Cuando los tres se presentaron ante el rey,
El rey de Israel respondió: —Todavía hay alguien por medio de quien podemos consultar al Señor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; solo me anuncia desastres. Se trata de Micaías, hijo de Imlá. —No digas eso —respondió Josafat.
Que cuando el justo me castigue, sea una muestra de amor; que su reprensión sea bálsamo que mi cabeza no rechace, pues mi oración siempre está en contra de las malas obras.
El sabio de corazón acata los mandamientos, pero el de palabras tontas va camino al desastre.
El hijo sabio atiende a la corrección de su padre, pero el insolente no hace caso a la reprensión.
El que desprecia la disciplina sufre pobreza y deshonra; el que atiende la corrección recibe grandes honores.
Al insolente no le gusta que lo corrijan ni busca la compañía de los sabios.
Golpea al insolente y se hará prudente el inexperto; reprende al entendido y ganará en conocimiento.
Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el discernimiento, ¡y no los vendas!
A oídos del necio jamás dirijas palabra, pues se burlará de tus sabios consejos.
El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.
Pero el pueblo permaneció en silencio y no respondió ni una sola palabra, porque el rey había ordenado: «No respondan».
»No alimentes en tu corazón odios contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado.
Déjenlos; son guías ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en un hoyo.
»No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.