Los ojos del adúltero están pendientes de la noche; se dice a sí mismo: “No habrá quien me vea”, y mantiene oculto el rostro.
Proverbios 7:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Vi a los inexpertos, y, entre los jóvenes, observé a uno de ellos falto de juicio. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, A un joven falto de entendimiento, Biblia Nueva Traducción Viviente vi a unos muchachos ingenuos; a uno en particular que le faltaba sentido común. Biblia Católica (Latinoamericana) y vi pasar a un muchacho, a uno de esos jóvenes que no piensan en nada. La Biblia Textual 3a Edicion Vi entre los simples, advertí entre los mancebos, A un joven falto de entendimiento, Biblia Serafín de Ausejo 1975 cuando vi entre los jóvenes ingenuos un muchacho falto de sentido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) vi entre los simples, consideré entre los jóvenes a un joven falto de entendimiento, |
Los ojos del adúltero están pendientes de la noche; se dice a sí mismo: “No habrá quien me vea”, y mantiene oculto el rostro.
La Ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo.
«¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguirán aferrados a su inexperiencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los insolentes, se complacerán en su insolencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los necios, aborrecerán el conocimiento?
su desobediencia e inexperiencia los destruirán, su complacencia y necedad los aniquilarán.
para infundir prudencia en los inexpertos, conocimiento y discreción en los jóvenes.
En los labios del prudente hay sabiduría; en la espalda del falto de juicio, solo garrotazos.
El que trabaja su tierra tendrá abundante comida, pero el que sueña despierto es falto de juicio.
Herencia de los inexpertos es la necedad; corona de los prudentes, el conocimiento.
Golpea al insolente y se hará prudente el inexperto; reprende al entendido y ganará en conocimiento.
El prudente ve el peligro y busca refugio; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
El prudente ve el peligro y busca refugio; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
Pero el que comete adulterio es falto de juicio; el que así actúa se destruye a sí mismo.
Ustedes los inexpertos, ¡adquieran prudencia! Ustedes los necios, ¡obtengan discernimiento!
«Mi pueblo es necio, no me conoce; son hijos insensatos que no tienen entendimiento. Son hábiles para hacer el mal; no saben hacer el bien».