—¡Quítate de ahí! —le contestaron, y añadieron—: Este ni siquiera es de aquí y ahora nos quiere mandar. ¡Pues ahora te vamos a tratar peor que a ellos! Entonces se lanzaron contra Lot y se acercaron a la puerta con intenciones de derribarla.
Proverbios 5:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Y dirás: «¡Cómo pude aborrecer la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón despreciar la disciplina! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión; Biblia Nueva Traducción Viviente Dirás: «¡Cuánto odié la disciplina! ¡Si tan solo no hubiera despreciado todas las advertencias! Biblia Católica (Latinoamericana) y dirás: '¿Cómo pude rechazar las advertencias y despreciar tantos sabios consejos?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces dirás: ¿Por qué aborrecí la corrección, Y mi corazón menospreció la reprimenda? Biblia Serafín de Ausejo 1975 y digas: '¡Cómo desprecié la instrucción! ¡Mi corazón desdeñó los reproches, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión; |
—¡Quítate de ahí! —le contestaron, y añadieron—: Este ni siquiera es de aquí y ahora nos quiere mandar. ¡Pues ahora te vamos a tratar peor que a ellos! Entonces se lanzaron contra Lot y se acercaron a la puerta con intenciones de derribarla.
El rey interrumpió al profeta y le respondió: —¿Y quién te ha nombrado consejero del rey? Si no quieres que te maten, ¡no sigas fastidiándome! El profeta se limitó a añadir: —Solo sé que, por haber hecho esto y por no seguir mi consejo, Dios ha resuelto destruirte.
Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, tenían en poco sus palabras, y se mofaban de sus profetas. Por fin, el Señor desató su ira contra el pueblo y ya no hubo remedio.
«¿Hasta cuándo, muchachos inexpertos, seguirán aferrados a su inexperiencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los insolentes, se complacerán en su insolencia? ¿Hasta cuándo, ustedes los necios, aborrecerán el conocimiento?
El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde.
El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio.
El que desprecia la disciplina sufre pobreza y deshonra; el que atiende la corrección recibe grandes honores.
El necio desprecia la corrección de su padre; el que la acepta demuestra prudencia.
Porque al final acabarás por gemir, cuando tu carne y tu cuerpo se hayan consumido.
El mandamiento es una lámpara, la enseñanza es una luz y la disciplina es el camino a la vida.
Quien me rechaza se perjudica a sí mismo; quien me aborrece, ama la muerte».
Una y otra vez envié a mis siervos los profetas para que les advirtieran que no incurrieran en estas cosas tan abominables que yo detesto.