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Proverbios 30:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

No he adquirido sabiduría ni tengo conocimiento del Dios Santo.

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Biblia Reina Valera 1960

Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No he dominado la sabiduría humana ni conozco al Santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡sí, yo que no aprendí la sabiduría, pensé conocer la ciencia del Santo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

No he aprendido sabiduría, Ni comprendo la ciencia del Santo:°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dios me enseñó la sabiduría, y aprendí la ciencia del Santo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo ni aprendí sabiduría, ni tengo el conocimiento del Santo.

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Otras versiones



Proverbios 30:3
15 Referencias Cruzadas  

¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en sus manos o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo? Seguramente tú lo sabes.


»El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al Santo es tener entendimiento.


¡Apártense del camino, retírense de esta senda y dejen de enfrentarnos con el Santo de Israel!».


Porque lo dice el Alto y Excelso, el que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.


Haz insensible el corazón de este pueblo; endurece sus oídos y cierra sus ojos, no sea que vea con sus ojos, oiga con sus oídos y entienda con su corazón, se convierta y sea sanado».


Y se decían el uno al otro: «Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria».


»Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.


—Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo.


Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.


¡Qué profundo es el conocimiento, la riqueza y la sabiduría de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos!


»Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia: »Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir:


Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos, por encima y por debajo de las alas. De día y de noche repetían sin cesar: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir».