Aquel mismo día, los siervos de Isaac fueron y le informaron acerca de un pozo que habían cavado y dijeron: —¡Hemos encontrado agua!
Proverbios 13:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 El perezoso codicia y no satisface sus anhelos; el diligente prospera en todo lo que anhela. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada. Biblia Nueva Traducción Viviente Los perezosos ambicionan mucho y obtienen poco, pero los que trabajan con esmero prosperarán. Biblia Católica (Latinoamericana) Si uno se queda en el deseo, no pasa nada: son los activos los que engordan. La Biblia Textual 3a Edicion El alma del perezoso desea, y nada alcanza, Pero el alma del diligente será gratificada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El perezoso ambiciona, pero su deseo es vano; el deseo de los diligentes se ve cumplido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será engordada. |
Aquel mismo día, los siervos de Isaac fueron y le informaron acerca de un pozo que habían cavado y dijeron: —¡Hemos encontrado agua!
Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos diligentes atraen riquezas.
El que trabaja su tierra tendrá abundante comida, pero el que sueña despierto es falto de juicio.
El perezoso no pone a asar lo que ha cazado, pero el diligente ya posee una gran riqueza.
El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina.
El perezoso no labra la tierra en la estación adecuada; en tiempo de cosecha buscará y no hallará.
La codicia del perezoso lo lleva a la muerte, porque sus manos se niegan a trabajar;
Los planes bien pensados producen ganancias; los apresurados traen pobreza.
Había espinas por todas partes; la hierba cubría el terreno y el lindero de piedras estaba en ruinas.
Dice el perezoso: «Hay un león en el camino. ¡Por las calles un león anda suelto!».
El que es ambicioso provoca peleas, pero el que confía en el Señor prospera.
¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace y adquiere sabiduría!
Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están atentos cada día, esperando a la entrada de mi casa.
Ya me he quitado la ropa; ¿cómo volver a vestirme? Ya me he lavado los pies; ¿cómo ensuciarlos de nuevo?
El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.
¿Quién puede calcular la descendencia de Jacob, tan numerosa como el polvo, o contar siquiera la cuarta parte de Israel? ¡Sea mi muerte como la del justo! ¡Sea mi fin semejante al suyo!».
Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Dios el Padre ha puesto sobre él su sello de aprobación.
Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza.
Poco después regresaron y dieron el siguiente informe a Josué: «No es necesario que todo el pueblo vaya a la batalla. Dos o tres mil soldados serán suficientes para que tomemos Hai. Esa población tiene muy pocos hombres y no hay necesidad de cansar a todo el pueblo».