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Proverbios 1:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¡Respondan a mis reprensiones! Yo les compartiré mis pensamientos y les daré a conocer mis enseñanzas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Vengan y escuchen mi consejo. Les abriré mi corazón y los haré sabios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Oigan pues mis advertencias, en este momento en que abro mi corazón y les doy a conocer mis pensamientos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Volveos ante mi reprensión, Y os manifestaré mi espíritu, Y os haré conocer mis palabras!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Atended mis advertencias; mirad que os abro mi espíritu, os doy a conocer mis palabras.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Volveos a mi reprensión: He aquí, yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os daré a conocer mis palabras.

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Otras versiones



Proverbios 1:23
26 Referencias Cruzadas  

Te exaltaré, mi Dios y Rey; por siempre bendeciré tu nombre.


sino que rechazaron todos mis consejos y no acataron mis reprensiones,


por cuanto no siguieron mis consejos, sino que rechazaron mis reprensiones,


El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde.


El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio.


El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.


El mandamiento es una lámpara, la enseñanza es una luz y la disciplina es el camino a la vida.


hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado sobre nosotros. Entonces el desierto se volverá un campo fértil, y el campo fértil se convertirá en bosque.


»¡Destilen, cielos, desde lo alto! ¡Nubes, hagan llover justicia! ¡Que se abra la tierra de par en par! ¡Que brote la salvación! ¡Que crezca con ella la justicia! Yo, el Señor, lo he creado».


«¡Vuélvanse a mí, apóstatas —afirma el Señor—, porque yo soy su esposo! De ustedes tomaré uno de cada ciudad y dos de cada familia, y los traeré a Sión.


Diles: “Tan cierto como que yo vivo, afirma el Señor y Dios, no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, pueblo de Israel; conviértete de tu conducta perversa! ¿Por qué habrás de morir?”.


Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios. ¡Tu maldad te ha hecho caer!


Entonces sabrán que yo estoy en medio de Israel, que yo soy el Señor su Dios, y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!


»Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo ser humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y los jóvenes recibirán visiones.


»En aquellos días, en el tiempo señalado, cuando restaure yo la fortuna de Judá y de Jerusalén,


Sobre la casa real de David y los habitantes de Jerusalén derramaré el Espíritu de gracia y de súplica. Entonces me mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán lamentación con duelo como por su hijo único. Llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.


Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!


Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía.


Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los no judíos, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras.


Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios,