La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Números 36:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Ninguna heredad podrá pasar de una tribu a otra, porque cada tribu israelita debe conservar la tierra que heredó.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y no ande la heredad rodando de una tribu a otra, sino que cada una de las tribus de los hijos de Israel estará ligada a su heredad.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Ninguna porción de tierra puede pasar de una tribu a otra; cada tribu de Israel debe conservar la porción de tierra que le fue asignada.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

la herencia no pasará de una tribu a otra, sino que cada una de las tribus de Israel quedará ligada a su heredad.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

y así no pasará la heredad de una tribu a otra, sino que las tribus de los hijos de Israel conservarán su propia herencia.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

y no pase ésta de una tribu a otra, sino que las tribus de los israelitas queden vinculadas cada una a su heredad'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y no ande la heredad rodando de una tribu a otra; mas cada una de las tribus de los hijos de Israel se llegue a su heredad.

Ver Capítulo
Otras versiones



Números 36:9
6 Referencias Cruzadas  

Pero Nabot le respondió: —¡El Señor me libre de venderle a usted lo que heredé de mis antepasados!


Las hijas de Zelofejad hicieron lo que el Señor ordenó a Moisés.


Ninguna heredad en Israel podrá pasar de una tribu a otra, porque cada israelita tiene el derecho de conservar la tierra que su tribu heredó de sus antepasados.


Toda hija que herede tierras, en cualquiera de las tribus, deberá casarse con alguien que pertenezca a la familia patriarcal de sus antepasados. Así cada israelita podrá conservar la heredad de sus antepasados.


Después de todo esto, Josué envió a todo el pueblo a sus respectivas propiedades.


Majestad, señor mío, le ruego que escuche mis palabras. Si quien lo mueve a usted en mi contra es el Señor, una ofrenda bastará para aplacarlo. Pero si son los hombres, ¡que el Señor los maldiga! Hoy me expulsan de esta tierra, que es la herencia del Señor, y me dicen: “¡Vete a servir a otros dioses!”.