La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Números 22:32 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

El ángel del Señor preguntó: —¿Por qué golpeaste tres veces a tu burra? ¿No te das cuenta de que vengo dispuesto a no dejarte pasar porque he visto que tus caminos son malos?

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

—¿Por qué le pegaste a tu burra tres veces? —le preguntó el ángel del Señor—. Mira, he venido a impedirte el paso porque con terquedad te me opones.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

El ángel de Yavé le dijo: '¿Por qué le pegaste tres veces a tu burra? Yo vine para impedirte el paso, porque este viaje no me gusta.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y el ángel de YHVH le dijo: ¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? He aquí Yo he salido para oponerme a ti, porque tu camino es perverso delante de mí.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

El ángel de Yahveh le dijo: '¿Por qué has apaleado por tres veces a tu burra? Soy yo quien he salido a cerrarte el paso, porque este precipitado viaje tuyo me desagrada.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el Ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has herido tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para contrarrestarte, porque tu camino es perverso delante de mí.

Ver Capítulo
Otras versiones



Números 22:32
19 Referencias Cruzadas  

El Señor es bueno con todos; él tiene misericordia de todas sus obras.


Él alimenta a los ganados y a las crías de los cuervos cuando graznan.


Tu justicia es como las altas montañas; tus juicios, tan profundos como el mar. Tú, Señor, cuidas de hombres y animales;


El que va por buen camino teme al Señor; el que va por malos caminos lo desprecia.


Todos los caminos del ser humano son limpios a sus ojos, pero las intenciones las juzga el Señor.


El que es íntegro se mantendrá a salvo; el de caminos perversos de repente caerá en la fosa.


Más vale ser pobre, pero íntegro que rico y perverso.


Y de Nínive, una gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme?


Recuerda, pueblo mío, lo que pidió Balac, rey de Moab, y lo que le respondió Balán, hijo de Beor. Recuerda tu paso desde Sitín hasta Guilgal, y reconoce que el Señor actuó con justicia».


Aquella noche Dios se apareció a Balán y dijo: «Ya que estos hombres han venido a llamarte, ve con ellos, pero solo harás lo que yo te ordene».


Mientras iba con ellos, la ira de Dios se encendió y en el camino el ángel del Señor se hizo presente, dispuesto a no dejarlo pasar. Balán iba montado en su burra y sus dos criados lo acompañaban.


Pero el Señor hizo hablar a la burra, y esta dijo a Balán: —¿Se puede saber qué te he hecho, para que me hayas pegado tres veces?


Cuando la burra me vio, se apartó de mí tres veces. De no haber sido por ella, tú estarías ya muerto y ella seguiría con vida.


Pero el ángel del Señor dijo a Balán: —Ve con esos hombres, pero limítate a decir solo lo que yo te mande. Y Balán se fue con los oficiales que Balac había enviado.


«¡Hijo del diablo y enemigo de toda justicia, lleno de todo tipo de engaño y de fraude! ¿Nunca dejarás de torcer los caminos rectos del Señor?


Porque no te ofrecieron pan y agua cuando cruzaste por su territorio, después de haber salido de Egipto. Además, emplearon a Balán, hijo de Beor, originario de Petor en Aram Najarayin, para que te maldijera.


No pongas bozal al buey mientras esté sacando el grano.