La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Números 20:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

y le reclamaron a Moisés: «¡Ojalá también hubiéramos muerto cuando nuestros hermanos cayeron muertos en presencia del Señor!

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

El pueblo culpó a Moisés y dijo: «¡Si tan solo hubiéramos muerto con nuestros hermanos delante del Señor!

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Se encararon con Moisés y le dijeron: '¿Por qué no morimos mejor en presencia de Yavé como nuestros hermanos?'

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y el pueblo contendió con Moisés, y hablaron diciendo: ¡Ojalá hubiéramos perecido cuando nuestros hermanos murieron delante de YHVH!

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

El pueblo se querelló contra Moisés y le dijo: '¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Yahveh!

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y altercó el pueblo con Moisés, y hablaron diciendo: ¡Fuera bueno que nosotros hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!

Ver Capítulo
Otras versiones



Números 20:3
13 Referencias Cruzadas  

porque se rebelaron contra el Espíritu de Dios y Moisés habló sin pensar lo que decía.


Murmuraron contra Dios y aun dijeron: «¿Podrá Dios preparar una mesa en el desierto?


así que discutieron con Moisés. —Danos agua para beber —le exigieron. —¿Por qué discuten conmigo? —se defendió Moisés—. ¿Por qué provocan al Señor?


¡Dichosos los que mueren por la espada, más que los que mueren de hambre! Torturados por el hambre desfallecen, pues no cuentan con los frutos del campo.


Aconteció que el pueblo se quejó de las dificultades que estaba sufriendo. Al oírlos el Señor, ardió en ira y su fuego consumió los alrededores del campamento.


¿Para qué nos ha traído el Señor a esta tierra? ¿Para morir atravesados por la espada y que nuestras esposas y nuestros niños se conviertan en botín de guerra? ¿No sería mejor que volviéramos a Egipto?».


Con todo, catorce mil setecientas personas murieron por la plaga, sin contar las que perdieron la vida por causa de Coré.