Nadab y Abiú murieron antes que su padre y no tuvieron hijos, así que Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio.
Números 16:39 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Entonces el sacerdote Eleazar recogió esos incensarios de bronce y con ellos mandó hacer láminas para recubrir el altar. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Eleazar, el sacerdote, recuperó los doscientos cincuenta incensarios de bronce usados por los hombres que murieron en el fuego y del bronce se elaboró una lámina a martillo para recubrir el altar. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con los cuales se habían acercado los que habían sido incinerados, y los laminaron para recubrir el altar Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los extendieron para cubrir el altar, |
Nadab y Abiú murieron antes que su padre y no tuvieron hijos, así que Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio.
quienes enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No le corresponde a usted, Uzías, quemar el incienso al Señor. Esta es función de los sacerdotes descendientes de Aarón, pues son ellos los que están consagrados para quemar el incienso. Salga usted ahora mismo del santuario, pues ha pecado, y así Dios el Señor no va a honrarlo».
Estos buscaron sus registros genealógicos, pero como no los encontraron, fueron excluidos del sacerdocio al considerarlos impuros.
Toma los incensarios de aquellos que pecaron a costa de su vida y haz con ellos láminas para recubrir el altar. Ahora están consagrados porque fueron presentados ante el Señor y serán así una señal para los israelitas».
Las láminas quedaron allí, como advertencia a los israelitas, para que ninguno que no fuera descendiente de Aarón ni estuviera autorizado se atreviera a ofrecer incienso ante el Señor; de lo contrario, le sucedería lo mismo que a Coré y su gente, tal como el Señor se lo había advertido por medio de Moisés.