La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Números 10:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

El Señor dijo a Moisés:

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Jehová habló a Moisés, diciendo:

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

El Señor le dijo a Moisés:

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Yavé dijo a Moisés:

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

YHVH habló a Moisés, diciendo:

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Habló Yahveh a Moisés diciéndole:

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

Ver Capítulo
Otras versiones



Números 10:1
20 Referencias Cruzadas  

Pero ellos volvieron a responder: —Nosotros, sus siervos, éramos doce hermanos, todos hijos de un mismo padre que vive en Canaán. El menor se ha quedado con nuestro padre y el otro ya no vive.


Estos fueron los hijos que Jacob tuvo con Lea en Padán Aram, además de su hija Dina. En total, entre hombres y mujeres eran treinta y tres personas.


Así que entre vítores y al son de trompetas, David y todo el pueblo de Israel llevaban el arca del Señor.


Al ver que el rey estaba de pie junto a la columna, como era la costumbre, y que los oficiales y músicos estaban a su lado, y que todo el pueblo se alegraba al son de las trompetas, Atalía se rasgó las vestiduras y gritó: «¡Traición! ¡Traición!».


Al ver que el rey estaba de pie junto a la columna de la entrada y que los oficiales y músicos estaban a su lado, y que todo el pueblo se alegraba al son de las trompetas y los cantores que acompañados de instrumentos musicales dirigían la alabanza, Atalía se rasgó las vestiduras y gritó: «¡Traición! ¡Traición!».


Todos los levitas cantores —es decir, Asaf, Hemán, Jedutún, sus hijos y sus parientes—, estaban de pie en el lado este del altar, vestidos de lino fino y con címbalos, liras y arpas. Junto a ellos estaban ciento veinte sacerdotes que tocaban la trompeta.


Los sacerdotes estaban de pie en sus puestos. Los levitas tocaban los instrumentos musicales que el rey David había hecho para alabar al Señor y con los cuales cantaba: «Su gran amor perdura para siempre». Los sacerdotes tocaban las trompetas frente a los levitas y todo Israel permanecía de pie.


Cuando los constructores echaron los cimientos del templo del Señor, llegaron los sacerdotes con sus vestimentas sagradas y sus trompetas, junto con los levitas descendientes de Asaf con sus címbalos, para alabar al Señor, según lo establecido por David, rey de Israel.


Dios el Señor ha ascendido entre gritos de alegría y toques de trompeta.


¡Toquen la trompeta en la luna nueva y en la luna llena, día de nuestra fiesta!


¡Aclamen alegres al Señor, el Rey, al son de clarines y trompetas!


Todos los israelitas acamparán bajo su propio estandarte y en su propio campamento, según sus escuadrones.


«Hazte dos trompetas de plata trabajada, y úsalas para reunir al pueblo acampado y para dar la señal de ponerse en marcha.


»El día primero del mes séptimo celebrarás una asamblea sagrada y nadie realizará ningún tipo de trabajo. Ese día se anunciará con toque de trompetas.


Entonces los jefes de Israel, es decir, los jefes de las familias patriarcales y de las tribus, que habían presidido el censo, hicieron una ofrenda


Cuando el Señor así lo indicaba, los israelitas acampaban o se ponían en marcha. Así cumplían la orden del Señor, según lo que el Señor había dicho por medio de Moisés.


Y al sonido de la gran trompeta mandará a sus ángeles, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos, de un extremo al otro del cielo.


Siete sacerdotes llevarán trompetas y marcharán frente al arca. El séptimo día ustedes marcharán siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas.


Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios, a los cuales se les dieron siete trompetas.


Las tres compañías tocaron las trompetas e hicieron pedazos los cántaros. Tomaron las antorchas en la mano izquierda y, sosteniendo en la mano derecha las trompetas que iban a tocar, gritaron: «¡Desenvainen sus espadas, por el Señor y por Gedeón!».