Nahúm 2:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Rojo es el escudo de sus valientes; de escarlata se visten los guerreros. El metal de sus carros brilla como fuego mientras se alistan para la batalla y los guerreros agitan sus lanzas. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El escudo de sus valientes estará enrojecido, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Los escudos resplandecen rojizos a la luz del sol! ¡Miren los uniformes escarlatas de las valientes tropas! Observen a los deslumbrantes carros de guerra tomar posiciones; sobre ellos se agita un bosque de lanzas. Biblia Católica (Latinoamericana) Monta guardia en el muro.
Vigila el camino y prepárate para el asalto,
porque viene contra ti el destructor. La Biblia Textual 3a Edicion El escudo de sus valientes está rojo, Sus guerreros visten de púrpura, Sus carros son fuego de acero, En el día de su formación se hacen temblar los cipreses.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh restablece la viña de Jacob y la viña de Israel. Los devastadores la habían devastado y habían destruido sus sarmientos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El escudo de sus hombres valientes estará enrojecido, los hombres valientes vestidos de escarlata; los carros serán con antorchas encendidas en el día de su preparación, y los cipreses serán terriblemente sacudidos. |
Hasta los cipreses y cedros del Líbano se burlan de ti y te dicen: «Desde que yaces tendido, nadie viene a derribarnos».
Vendrán contra ti con armas, carros de guerra y carretas; mucho pueblo con armadura, escudos y cascos. Les encargaré que te juzguen, y te castigarán según sus costumbres.
»Así dice el Señor y Dios: Desde el norte voy a traer contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes. Vendrá con un gran ejército de caballos, con carros de guerra y jinetes.
¡Se oye el chasquido de los látigos, el estrépito de las ruedas, el galopar de los caballos, el chirrido de los carros,
Una noche tuve una visión, en la que vi a un hombre montado en un caballo rojo. Ese hombre se detuvo entre los arrayanes que había en una hondonada. Detrás de él había jinetes en caballos rojos, marrones y blancos.
¡Gime tú, ciprés, porque los cedros se han caído y los majestuosos árboles se han derrumbado! ¡Giman, encinas de Basán! ¡Los tupidos bosques han sido derribados!
El primer carro era tirado por caballos rojos, el segundo por caballos negros,
Y apareció en el cielo otra señal: un enorme dragón de color rojo encendido que tenía siete cabezas, diez cuernos y una diadema en cada cabeza.
En eso salió otro caballo de color rojo como el fuego. Al jinete se le entregó una gran espada; se le permitió quitar la paz de la tierra y hacer que sus habitantes se mataran unos a otros.