que, olvidándose de su pacto con Dios, abandona al compañero de su juventud.
Mateo 19:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido. Biblia Católica (Latinoamericana) De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unció al mismo yugo° no lo separe un hombre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por consiguiente, lo que Dios unió, no lo separe el hombre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que no son ya más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre. |
que, olvidándose de su pacto con Dios, abandona al compañero de su juventud.
Y todavía preguntan: «¿Por qué?». Pues porque el Señor actúa como testigo entre tú y la esposa de tu juventud, a la que traicionaste aunque es tu compañera, la esposa de tu pacto.
«El hombre que aborrece y repudia a su esposa —dice el Señor, Dios de Israel—, cubre de violencia sus vestiduras», dice el Señor de los Ejércitos. Así que cuídense en su espíritu y no sean infieles.
y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegarán a ser uno solo”?
Ellos replicaron: —¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera?
Por ejemplo, la casada está ligada por ley a su esposo solo mientras este vive; pero si su esposo muere, ella queda libre de la ley que la unía a su esposo.
Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo,
Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales.