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Mateo 10:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Les aseguro que no terminarán de recorrer las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando los persigan en una ciudad, huyan a la siguiente. Les digo la verdad, el Hijo del Hombre regresará antes de que hayan llegado a todas las ciudades de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. En verdad les digo: no terminarán de recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo: No terminaréis de recorrer° las ciudades de Israel, hasta que venga el Hijo del Hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando os persigan en una ciudad huid a otra; porque os aseguro: antes de que acabéis de recorrer las ciudades de Israel vendrá el Hijo del hombre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo: No acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, sin que haya venido el Hijo del Hombre.

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Otras versiones



Mateo 10:23
29 Referencias Cruzadas  

Cuando el rey Joacim, sus soldados y todos los oficiales oyeron sus palabras, el rey intentó matarlo; pero al enterarse Urías, tuvo miedo y escapó a Egipto.


Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.


Les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino.


Cuando ya se habían ido, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».


Por eso yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. A algunos de ellos ustedes los matarán y crucificarán; a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo.


Les aseguro que todo esto vendrá sobre esta generación.


Porque así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta en el occidente, así será la venida del Hijo del hombre.


»La señal del Hijo del hombre aparecerá en el cielo y se angustiarán todos los pueblos de la tierra. Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.


Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan.


Pero ¿qué tal si ese siervo malo se pone a pensar: “Mi señor se está demorando”


»Por tanto —agregó Jesús—, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora.


—Tú lo has dicho —respondió Jesús—. Pero yo les digo a todos: De ahora en adelante ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.


Cuando Jesús oyó que habían encarcelado a Juan, regresó a Galilea.


»Verán entonces al Hijo del hombre venir en las nubes con gran poder y gloria.


Les digo que sí les hará justicia y sin demora. No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?».


Verán entonces al Hijo del hombre venir en una nube con poder y gran gloria.


Algún tiempo después, Jesús andaba por Galilea. No tenía ningún interés en ir a Judea, porque allí los judíos buscaban la oportunidad para matarlo.


Tan pronto como se hizo de noche, los hermanos enviaron a Pablo y a Silas a Berea, quienes al llegar se dirigieron a la sinagoga de los judíos.


Enseguida los hermanos enviaron a Pablo hasta la costa, pero Silas y Timoteo se quedaron en Berea.


Cuando cesó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos y después de animarlos, se despidió y salió rumbo a Macedonia.


Y Saulo estaba allí, aprobando la muerte de Esteban. Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.