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Mateo 10:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus malignos y para sanar toda clase de enfermedades y dolencias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder sobre los malos espíritus para expulsarlos y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para que los echaran fuera y sanaran toda enfermedad y toda dolencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y convocando a sus doce discípulos, les dio poder de expulsar espíritus impuros y de curar toda enfermedad y toda dolencia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio poder contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.

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Otras versiones



Mateo 10:1
26 Referencias Cruzadas  

—Les aseguro —respondió Jesús— que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.


Al anochecer, Jesús estaba sentado a la mesa con los doce.


Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los doce. Lo acompañaba una gran turba armada con espadas y palos, enviada por los jefes de los sacerdotes y los líderes religiosos del pueblo.


Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas noticias del reino y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente.


Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”.


Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas noticias del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia.


Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo».


Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.


pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.


Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre, pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto.


Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que nombró apóstoles:


ya que le has conferido autoridad sobre todo mortal para que él les conceda vida eterna a todos los que le has dado.


—Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda —respondió Juan—.


El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.


—¿No los he escogido yo a ustedes doce? —respondió Jesús—. No obstante, uno de ustedes es un diablo.


Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra.


Un día el espíritu maligno les respondió: «Conozco a Jesús y conozco a Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?».


Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza.