Isaac sembró en aquella región y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido.
Lucas 8:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno». Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero otras semillas cayeron en tierra fértil. Estas semillas crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!». Después de haber dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda». Biblia Católica (Latinoamericana) Y otra cayó en tierra buena, creció y produjo el ciento por uno. Al terminar, Jesús exclamó: 'Escuchen, pues, si ustedes tienen oídos para oír. La Biblia Textual 3a Edicion Y otra cayó en buena tierra, y habiendo crecido, dio° fruto a ciento por uno. Diciendo estas cosas, exclamaba: ¡El que tiene oídos para oír, oiga! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y otro poco cayó en tierra buena; y, después de nacido, llegó a dar fruto al ciento por uno'. Dicho esto, exclamaba: 'El que tenga oídos para oír, que oiga'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y otra parte cayó en buena tierra, y nació, y llevó fruto a ciento por uno. Y hablando estas cosas, dijo a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. |
Isaac sembró en aquella región y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido.
¿Acaso no está llamando la sabiduría? ¿No está elevando su voz la inteligencia?
¡Escúchenme, préstenme atención! ¡No sean soberbios, porque el Señor mismo lo ha dicho!
»Además, una y otra vez el Señor ha enviado a sus siervos los profetas, pero ustedes no los han escuchado ni les han prestado atención.
Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Este sí produce una cosecha hasta cien, sesenta y treinta veces más».
Pero otros son como lo sembrado en buen terreno: oyen la palabra, la aceptan y producen una cosecha que rinde treinta, sesenta y hasta cien veces más».
Pero las otras semillas cayeron en buen terreno. Brotaron, crecieron y produjeron una cosecha que rindió hasta treinta, sesenta y cien veces más.
No sirve ni para la tierra ni para el abono; hay que tirarla fuera. »El que tenga oídos para oír, que oiga».
Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, la retienen y, como perseveran, producen una buena cosecha.
Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con las semillas, ahogaron las plantas.
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios
»El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte.
»El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios.