Les aseguro que entre los mortales no se ha levantado nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Lucas 7:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Les digo que entre los mortales no ha habido nadie más grande que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. Biblia Nueva Traducción Viviente Les digo que de todos los hombres que han vivido, nadie es superior a Juan. Sin embargo, hasta la persona más insignificante en el reino de Dios es superior a él». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les digo que entre los hijos de mujer no hay ninguno más grande que Juan Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más que él. La Biblia Textual 3a Edicion Os digo que entre los nacidos de mujeres, ninguno es mayor° que Juan;° pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo os digo: entre los nacidos de mujer, no hay ninguno mayor que Juan. Con todo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque os digo que entre los nacidos de mujer, no hay profeta más grande que Juan el Bautista; pero el que es más pequeño en el reino de Dios, más grande es que él. |
Les aseguro que entre los mortales no se ha levantado nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
En aquellos días se presentó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea.
—Yo los bautizo a ustedes con agua —respondió Juan a todos—. Pero está por llegar uno más poderoso que yo, a quien ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Este es de quien está escrito: »“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino”.
Al oír esto, todo el pueblo, y hasta los recaudadores de impuestos, reconocieron que el camino de Dios era justo y fueron bautizados con el bautismo de Juan.
—El que recibe en mi nombre a este niño —dijo—, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Porque el que es más pequeño entre todos ustedes, ese es el más importante.