Mientras tanto, Jesús compareció ante el gobernador; este le preguntó: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú mismo lo dices —respondió Jesús.
Lucas 23:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Así que Pilato preguntó a Jesús: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú mismo lo dices —respondió. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Pilato le preguntó: —¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús contestó: —Tú lo has dicho. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Pilato lo interrogó en estos términos: '¿Eres tú el rey de los judíos?' Jesús le contestó: 'Tú eres el que lo dice. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los Judíos? Él respondiendo, dijo: Tú lo dices.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces Pilato le preguntó: '¿Eres tú el rey de los judíos?'. Él le contestó: 'Tú lo dices. Lo soy'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiendo Él, dijo: Tú lo dices. |
Mientras tanto, Jesús compareció ante el gobernador; este le preguntó: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú mismo lo dices —respondió Jesús.
—¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó Pilato. —Tú mismo lo dices —respondió.
Que baje ahora de la cruz ese Cristo, el rey de Israel, para que veamos y creamos. También lo insultaban los que estaban crucificados con él.
—¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —preguntaron a una voz. Y él les dijo: —Ustedes mismos lo dicen.
Resulta que había sobre él un letrero que decía: este es el rey de los judíos.
—Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.
Así que Pilato salió a interrogarlos: —¿De qué delito acusan a este hombre?
—¡Viva el rey de los judíos! —gritaban, mientras se acercaban para abofetearlo.
Teniendo a Dios por testigo, el cual da vida a todas las cosas, y a Cristo Jesús, que dio su admirable testimonio delante de Poncio Pilato, te encargo