Reparte sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será gloriosamente exaltado.
Levítico 23:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 »Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón del campo ni recojan todas las espigas que queden de la mies. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor su Dios». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente »Cuando recojas las cosechas de tu tierra, no siegues el grano en las orillas de tus campos ni levantes lo que caiga de los segadores. Déjalo para los pobres y los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el Señor tu Dios». Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando cosechen los productos de sus campos, no segarán hasta el límite de los campos ni recogerán las espigas perdidas, sino que las dejarán para el pobre y para el forastero: ¡Yo soy Yavé, el Dios de ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando seguéis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu tierra ya segada; la dejarás para el pobre y para el extranjero. Yo, YHVH vuestro Dios.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando seguéis la mies de vuestro campo, no segarás hasta el límite de tu campo ni recogerás las espigas de tu mies: lo dejarás para el pobre y el extranjero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de tu campo, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás: Yo soy Jehová vuestro Dios. |
Reparte sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre; su poder será gloriosamente exaltado.
si te dedicas a ayudar a los hambrientos y a saciar la necesidad del desvalido, entonces brillará tu luz en las tinieblas y como el mediodía será tu noche.
Den más bien a los pobres de lo que está dentro, y así todo quedará limpio para ustedes.
Y sucedió que Rut, la moabita, dijo a Noemí: —Permíteme ir al campo a recoger las espigas que vaya dejando alguien a quien yo le agrade. —Anda, hija mía —respondió su suegra.