Al tercer día les dijo: —Yo soy un hombre temeroso de Dios. Hagan lo siguiente y salvarán su vida.
Levítico 19:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 »No maldigas al sordo ni pongas tropiezos al ciego, sino teme a tu Dios. Yo soy el Señor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »No insultes al sordo ni hagas tropezar al ciego. Debes temer a tu Dios; yo soy el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) No gritarás maldiciones al sordo, ni pondrás obstáculos al ciego, sino que temerás a tu Dios. ¡Yo soy Yavé! La Biblia Textual 3a Edicion No maldecirás al sordo, ni ante un ciego colocarás tropiezo,° sino que tendrás temor de tu Dios. Yo, YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo, Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al sordo no maldecirás, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios: Yo soy Jehová. |
Al tercer día les dijo: —Yo soy un hombre temeroso de Dios. Hagan lo siguiente y salvarán su vida.
En cambio, los gobernadores que me precedieron habían impuesto cargas sobre el pueblo, y cada día les habían exigido comida y vino por un valor de cuarenta siclos de plata. También sus criados oprimían al pueblo. En cambio yo, por temor a Dios, no hice eso.
El principio de la sabiduría es el temor del Señor; buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos. ¡Su alabanza permanece para siempre!
»No perviertas la justicia, ni te muestres parcial en favor del pobre o del rico, sino juzga a todos con justicia.
»Ponte de pie en presencia de los mayores. »Respeta a los ancianos. »Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No se explotarán los unos a los otros, sino que temerán a su Dios. Yo soy el Señor su Dios.
Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.
No hagan tropezar a nadie, ni a judíos, ni a los que no son judíos, ni a la iglesia de Dios.
«Maldito sea quien desvíe de su camino a un ciego». Y todo el pueblo dirá: «¡Amén!».
Ya que invocan como Padre al que juzga con imparcialidad las obras de cada uno, vivan con temor reverente mientras sean peregrinos en este mundo.
Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey.
»Sin embargo, tengo unas cuantas cosas en tu contra: toleras ahí a los que se aferran a la doctrina de Balán, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los israelitas, incitándolos a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales.