»”Jerusalén, yo he querido purificarte de tu infame lujuria, pero no has dejado que te purifique. Por eso, no quedarás limpia hasta que se apacigüe mi ira contra ti.
Levítico 14:43 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 »Si después de haber quitado las piedras infectadas y de haber raspado y recubierto la casa, vuelve a aparecer el moho y se extiende por toda ella, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y si la plaga volviere a brotar en aquella casa, después que hizo arrancar las piedras y raspar la casa, y después que fue recubierta, Biblia Nueva Traducción Viviente »Sin embargo, si el moho vuelve a aparecer después de que todas las piedras hayan sido reemplazadas y las paredes hayan sido raspadas y recubiertas con yeso, Biblia Católica (Latinoamericana) Si la mancha vuelve a extenderse por la casa después de haber arrancado las piedras y de haberlas raspado y revocado, La Biblia Textual 3a Edicion Pero si, después de haber arrancado las piedras y raspado y revocado la casa, la infección irrumpe otra vez en la casa, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si la mancha reaparece y se propaga en la casa después de quitadas las piedras y de haberla raspado y encalado de nuevo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si la plaga volviere a brotar en aquella casa, después que hizo quitar las piedras, y raspar la casa, y después que fue recubierta, |
»”Jerusalén, yo he querido purificarte de tu infame lujuria, pero no has dejado que te purifique. Por eso, no quedarás limpia hasta que se apacigüe mi ira contra ti.
Después se repondrán las antiguas piedras con otras nuevas y se recubrirá la casa con estuco nuevo.
el sacerdote irá a examinarla. Si el moho se ha extendido por toda la casa, se trata de moho corrosivo. Por lo tanto, la casa es impura
»Si después de haber sido recubierta la casa el sacerdote la examina y el moho no se ha extendido, la declarará pura, porque la infección ha desaparecido.
Si, habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones que al principio.
En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito» y «la puerca lavada, a revolcarse en el lodo».
Estas personas son un peligro oculto; sin ningún respeto convierten en festejos las comidas de amor fraternal que ustedes celebran. Buscan solo su propio provecho. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; están doblemente muertos, arrancados de raíz.