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Levítico 14:30 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Luego ofrecerá las tórtolas o los pichones de paloma, según lo que pueda pagar el oferente,

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Asimismo ofrecerá una de las tórtolas o uno de los palominos, según pueda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Después el sacerdote ofrecerá las dos tórtolas o los dos pichones de paloma, según lo que la persona pueda pagar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Luego sacrificará una de las tórtolas o pichones,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Asimismo ofrecerá la primera de las tórtolas o de los palominos, de lo que alcance su mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después, con una de las tórtolas o uno de los pichones que el oferente pudo conseguir, ofrecerá el sacerdote

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Asimismo ofrecerá una de las tórtolas, de los palominos, lo que alcanzare su mano:

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Otras versiones



Levítico 14:30
8 Referencias Cruzadas  

Pero si no le alcanza para comprar un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, uno como holocausto y el otro como sacrificio por el perdón. Así el sacerdote obtendrá el perdón para la mujer y ella quedará purificada».


junto con dos tórtolas o dos pichones de paloma, según lo que pueda pagar, uno como sacrificio por el perdón y otro como holocausto.


El aceite que quede en la mano lo untará en la cabeza del que se purifica, y así obtendrá el perdón de sus pecados ante el Señor.


uno como sacrificio por el perdón y otro como holocausto, junto con la ofrenda de cereal. Así, el sacerdote obtendrá ante el Señor el perdón de pecados en favor del que se purifica».


»Si a alguien no le alcanza para comprar una oveja, entonces llevará al Señor, como sacrificio por la culpa del pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones de paloma, una de las aves como sacrificio por el pecado y la otra como holocausto.


También ofrecieron un sacrificio conforme a lo que la Ley del Señor dice: «un par de tórtolas o dos pichones de paloma».


En efecto, la Ley no pudo liberarnos porque la carne anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en una condición semejante a la de los pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la carne,