La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Jueces 7:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Gedeón llegó precisamente en el momento en que un hombre le contaba su sueño a un amigo. —Tuve un sueño —decía—, en el que un pan de cebada llegaba rodando al campamento madianita, y con tal fuerza golpeaba una tienda de campaña que esta se volteaba y se venía abajo.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Gedeón se acercó sigilosamente, justo cuando un hombre le contaba un sueño a su compañero. —Tuve un sueño —decía el hombre— en el cual un pan de cebada venía rodando cuesta abajo hacia el campamento madianita; ¡entonces cuando golpeaba una carpa, la volteaba y la aplastaba!

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Gedeón, pues, bajó al campamento. Un hombre estaba contando un sueño a su compañero: 'Tuve un sueño: un pan de cebada saltaba por el campamento de Madián, hasta que llegó a la Tienda, chocó con ella y ésta se derrumbó'.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Y he aquí cuando llegó Gedeón, un hombre estaba relatando a su compañero un sueño, y decía: Mira, acabo de soñar un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de tal manera que cayó. La trastornó de arriba abajo de tal modo que la tienda colapsó.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al llegar Gedeón, un hombre contaba a su compañero un sueño, diciéndole: 'He tenido un sueño: una hogaza de pan de cebada rodaba por el campamento de Madián; llegó hasta la tienda, chocó con ella y la derribó, la volvió de arriba abajo y la tienda se desplomó'.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su compañero, diciendo: He aquí yo soñé un sueño; y he aquí que vi un pan de cebada que rodó hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda quedó tendida.

Ver Capítulo
Otras versiones



Jueces 7:13
10 Referencias Cruzadas  

Pero Dios escogió lo tonto del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos.


Los israelitas volvieron a clamar al Señor, y el Señor levantó un libertador: Aod, hijo de Guerá, de la tribu de Benjamín, quien era zurdo. Por medio de él los israelitas enviaron tributo a Eglón, rey de Moab.


Después de Aod el siguiente fue Samgar, hijo de Anat, quien derrotó a seiscientos filisteos con una vara para arrear bueyes. También él liberó a Israel.


Pero Jael, esposa de Héber, tomó una estaca de la tienda de campaña y un martillo, y con todo sigilo se acercó a Sísara, quien agotado por el cansancio dormía profundamente. Entonces le clavó la estaca en la sien y se la atravesó, hasta clavarla en la tierra. Así murió Sísara.


—¡Está bien, iré contigo! —dijo Débora—. Pero, por la manera en que vas a encarar este asunto, la gloria no será tuya, ya que el Señor entregará a Sísara en manos de una mujer. Así que Débora fue con Barac hasta Cedes,


—Pero, señor —objetó Gedeón—, ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más débil de la tribu de Manasés y yo soy el más insignificante de mi familia.


Los madianitas, los amalecitas y todos los otros pueblos del oriente que se habían establecido en el valle eran numerosos como langostas. Sus camellos eran incontables, como la arena a la orilla del mar.


Su amigo respondió: —Esto no significa otra cosa que la espada del israelita Gedeón, hijo de Joás. ¡Dios ha entregado en sus manos a los madianitas y a todo el campamento!


Zeba y Zalmuna estaban en Carcor con una fuerza de quince mil guerreros, que era todo lo que quedaba de los ejércitos del oriente, pues habían caído en batalla ciento veinte mil soldados.