Usted conoce bien a su padre David y a sus soldados: son valientes y deben estar furiosos como una osa salvaje a la que le han robado su cría. Además, su padre tiene mucha experiencia como hombre de guerra y no ha de pasar la noche con las tropas.
Jueces 18:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022 Los danitas respondieron: —No nos levantes la voz, no sea que algunos de los nuestros pierdan la cabeza y los ataquen a ustedes, y tú y tu familia pierdan la vida. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros, no sea que los de ánimo colérico os acometan, y pierdas también tu vida y la vida de los tuyos. Biblia Nueva Traducción Viviente Los hombres de Dan le dijeron: —¡Ten cuidado con lo que dices! Por aquí hay unos hombres de mal genio que podrían enojarse y matarte a ti y a tu familia. Biblia Católica (Latinoamericana) Los danitas le dijeron: '¡Déjate de gritarnos, pues algunos de nuestros hombres podrían enojarse y abalanzarse sobre ustedes; y tú y tu familia podrían dejar aquí su pellejo!' La Biblia Textual 3a Edicion Pero los hijos de Dan le respondieron: Que tu voz no sea oída entre nosotros, no sea que algunos hombres con ánimo amargado os acometan, y pierdas tu vida, y la vida de los de tu familia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondiéronle los danitas: 'No alces demasiado la voz contra nosotros, no sea que algunos se irriten, arremetan contra ti y pierdas tu vida y la de tu familia'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Dan le dijeron: No des voces tras nosotros, no sea que los de ánimo colérico os acometan, y pierdas también tu vida, y la vida de los tuyos. |
Usted conoce bien a su padre David y a sus soldados: son valientes y deben estar furiosos como una osa salvaje a la que le han robado su cría. Además, su padre tiene mucha experiencia como hombre de guerra y no ha de pasar la noche con las tropas.
«Vive Dios, el Todopoderoso, quien se niega a hacerme justicia, quien me ha amargado el ánimo,
Que las tinieblas y la densa oscuridad vuelvan a reclamarlo; Que una nube lo cubra con su sombra; que la oscuridad domine su esplendor.
Micaías respondió: —Ustedes se llevaron mis dioses que yo mismo hice, y también se llevaron a mi sacerdote y luego se fueron. ¿Qué más me queda? ¡Y todavía se atreven a preguntarme qué me sucede!
Y así los danitas siguieron su camino. Micaías, viendo que eran demasiado fuertes para él, se dio la vuelta y regresó a su casa.
David se angustió, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el Señor su Dios.